Gran carrera y grande la deportividad demostrada entre la mayoría de los pilotos especialmente sus amigos, los nuestros, Fernando y Carlos
Solo faltaba eso, una chispa de fortuna que alterase la apacible rutina del campeón. Verstappen es buenísimo, el mejor, y su Red Bull es probablemente el mayor prodigio técnico de la Fórmula 1 en color. Pero las carreras son muy sencillas cuando uno sale primero, abre un colchón y corre solo todo el tiempo. En Miami pareció que era así, pero no había colchón. Ferrari no le dio mucha importancia y siguió a sus cosas. McLaren leyó la carrera y firmó una jugada maestra. La chispa prendió, el coche de seguridad oportuno apareció y Norris se quedó primero, con neumáticos nuevos y un coche en estado de gracia, enfilado hacia su primera victoria en el Mundial. El inglés de 23 años solo tenía que defenderse en la resalida, y vaya si lo hizo: contuvo el arreón de Max y respondió con vuelta rápida tras vuelta rápida para abrir hueco y celebrar tranquilo. Por fin abre la lata, por fin derriba el muro… por fin alguien tumba al campeón. Lando ganó el GP de Miami por delante de Verstappen y Leclerc y justificó su estatus de estrella de este deporte.
Todo en una carrera intensa, más bronca que estratégica, desde la misma salida. Leclerc era segundo pero arrancó fatal. Sainz le pasó fácil, era segundo. Pero Pérez vio el hueco que dejaba libre Charles por el interior y se tiró como un obús, como Hamilton el día anterior. Carlos fue capaz de esquivarlo por milímetros, pero perdió dos plazas con Leclerc y Piastri. Duro arranque.
Premio para los valientes
El grupo se estableció con mucho ritmo delante. Verstappen abrió un hueco de tres segundos, pero Piastri le perseguía sin ceder. Leclerc y Sainz iban detrás. Norris había salido sexto y en cuanto se quedó en aire limpio empezó a lucir el mejor ritmo del primer ‘stint’. Remontaba en silencio. Leclerc paró en la vuelta 20; Verstappen, en la 24; Piastri y Sainz, en la 28. Sus ingenieros echaban las cuentas de siempre por si pasaba lo de siempre. Norris se quedó primero en la pista y los valientes tuvieron premio: Sargeant y Magnussen se chocaron y salió el coche de seguridad. La parada del inglés de McLaren era gratuita, saldría al frente con gomas nuevas.
Todo eso merece una reflexión. Ferrari tenía dos coches delante para extender a uno de ellos en busca de lo inesperado. Si sale bien, se gana. Si sale mal, se puede caer del cuarto al sexto puesto. La aversión al riesgo de ciertos garajes empieza a parecer enfermiza. No hace falta echar muchas cuentas. Una vuelta antes del ‘SC’, Sainz estaba delante de Norris; una vuelta después, Lando estaba delante de Verstappen.
La resalida de Norris fue firme, apenas tuvo que defenderse una curva y de ahí, a descontar 27 vueltas de camino a la gloria. Verstappen no tenía agarre, ningún coche es el mismo en aire sucio. El joven Lando estuvo a punto de ganar en Rusia 2020, cuando no quiso montar gomas de mojado en pleno diluvio; y también en Italia 2021, llegó segundo tras su compañero Ricciardo. A la 110ª llegó la vencida. El segundo de Max fue amargo. El tercero de Leclerc, invisible: al inicio le pasó Piastri y nunca dio la sensación de estar cerca del triunfo en otra carrera que sí ofrecía oportunidades. Sainz, cuarto, debió terminar caliente con la arremetida de Pérez en la salida y la agresividad de Piastri en el ‘rush’ final: tuvo que adelantarle dos veces porque en la primera, el australiano le mandó fuera de la pista. Se tocaron en la segunda. Los comisarios investigan.
Buena remontada de Alonso, que salió con duros
El domingo de Alonso también fue tenso, pero la remontada bien lo valió. Salió 15º con neumáticos duros y acabó noveno. Pasó a dos coches en la primera vuelta a pesar de las gomas inadecuadas para la arrancada. Un breve ‘virtual safety car’ le vino de perlas para cuadrar su única parada y montar las gomas medias. Hizo 34 vueltas con ellas, adelantó a todos los que se encontró. Entre ellos a Ocon, tras un precioso duelo de excompañeros. Puntos para el Aston Martin y espectáculo en el eventazo de Miami. En el gran día de Lando.
Vía As.com
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