Aston Martin va de mal en peor
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Si en Estados Unidos tuvieron un fin de semana agridulce, en México han seguido con la ‘caída libre’. Y lo peor no es el doble abandono, sino el ritmo mostrado: sin ir más lejos, Fernando Alonso ha rodado en la última posición durante buena parte de su carrera.
La estructura de Silverstone llegó a Austin con un paquete de actualizaciones y se dio un golpe de realidad el viernes, aunque el domingo –cambio de configuración incluido–tuvieron más ritmo. Si bien las sensaciones no eran malas de cara al GP de México, había mucha incertidumbre.
Dicha incertidumbre quedó disipada ayer, en la clasificación. Lance Stroll volvió a quedarse en la Q1 y Fernando Alonso –trompo incluido en su última vuelta de Q1– sólo pudo ser decimotercero. ¿La solución? Otro cambio de configuración y salida desde el Pit-Lane para Stroll. Al menos había que hacer otra especie de ‘test’ en la carrera.
El caso es que el ritmo mostrado por Aston Martin ha sido paupérrimo hoy. Lance Stroll, con el coche optimizado para la carrera, no era capaz de remontar con tanta facilidad como en Austin… pero lo peor estaba en el lado de Fernando Alonso, quien sufría considerablemente para seguir el ritmo de Logan Sargeant.
De hecho, la carrera de Alonso ha sido durísima. En la primera vuelta estaba decimocuarto, pero pronto se ha visto superado por Yuki Tsunoda, Lando Norris, Logan Sargeant… y hasta Lance Stroll. Antes de la mitad de la carrera ya estaba último y no conseguía dar ‘guerra’ a los pilotos del grupo trasero.
Al final ha sido un doble abandono para el equipo ‘verde’. Fernando Alonso ha retirado su monoplaza en la vuelta 47 y Lance Stroll, tras una remontada no tan brillante –iba decimocuarto– como la de Austin, ha tenido un toque con Valtteri Bottas y tampoco ha acabado la carrera.
Cierto es que Aston Martin ha desvelado a posteriori que «Fernando se vio obligado a abandonar debido a daños sufridos por unos restos en pista». Pero la realidad, hubiese daños o no, es que el AMR23 tampoco tenía ritmo hoy –como se ha visto en el caso de Stroll– y quizás era el octavo o noveno coche de la parrilla. Si tenemos en cuenta que al principio de la temporada tenían el segundo mejor, el bajón es inconcebible.
No parecen tener una solución a sus problemas. Como dijo Lando Norris, van a peor cuando introducen actualizaciones. Hoy iban peor que ayer, pero no sabemos cómo irán mañana. Aún quedan tres Grandes Premios y todo apunta a que serán duros.
Vía SoyMotor.com
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