Todo según lo previsto tras tres años de dramas con Honda
Fernando Alonso y Stoffel Vandoorne hicieron lo que tenían que hacer, todo según lo previsto, sus 100 kilómetros de rodaje, muchos tras coches con cámaras y grúas, algunos despacio, sin poder acelerar a fondo o hacer vueltas rápidas, pero suficiente para comprobar que «el motor corre, el coche corre, y todos estamos felices«.
El buen rollo del español ya arrancó desde primera hora, al llegar al circuito navarro de Los Arcos en un vehículo con cristales tintados, bajarse y ponerse a hacer fotos y firmar autógrafos con el centenar de aficionados que madrugó para verle entre las rendijas del trazado. Con todos.
Out on track with our papaya and blue #MCL33. We could watch this on loop all day. 🧡🎥 #BeBrave pic.twitter.com/9ZO7d9IKKM
— McLaren (@McLarenF1) February 23, 2018
Primero dio una vuelta de instalación, parón y cuatro más al trazado corto del trazado para luego emplearse en el recorrido largo antes de parar de nuevo y dejar su sitio a Vandoorne. La sonrisa tras bajarse del coche le delató. Hay base para trabajar, pero la fiabilidad está, es un coche de carreras, no una montaña rusa como desde 2015 a 2017.
A las 18 horas, todo el equipo plegó velas tras un «día intenso, en el que lo emocional ha sido muy importante tras el largo y gran trabajo del equipo», aseguró Fernando.
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— McLaren (@McLarenF1) February 23, 2018
Vía Marca.com