Montmeló testigo del declive en la Fórmula 1- F1eep a pie de pista

Un fin de semana  en el que se dejó notar la mala gestión del deporte rey del motor

Ciertamente es complejo hacer las crónicas de los Grandes Premios, dado que hay muchos temas a tocar y poco espacio para escribir sin aburrir al lector. En esta ocasión se antoja aún más difícil cuando se trata de hablar de todo lo que hemos visto en pista, en cuanto a la experiencia vivida durante los cuatro días que ha durado esta aventura de F1eep en el Gran Premio de España 2015.

Este año y por una serie de motivos, han cambiado la lista de eventos que hemos tenido en temporadas anteriores en el Circuit. Empezando por el jueves y su visita al Pit Lane que en esta ocasión fue a partir de las 15:00 horas e ininterrumpidamente hasta las 19:00 horas. Eso sí, el resto fue igual que las visitas anteriores, un paseo por el Paddock viendo el ensamblaje de los monoplazas, los distintos trabajos de los mecánicos incluyendo algunos ensayos de cambios de neumáticos entre otros.

Durante todo este montaje podíamos observar como de vez en cuando iban poco a poco apareciendo todos y cada uno de los pilotos de la parrilla actual, para la firma de autógrafos y la correspondiente foto con los aficionados. Era cuestión de suerte y de estar en el sitio y en el momento idóneo para encontrarte con alguno de ellos. No así con Fernando Alonso, que una vez más era el que copaba la zona con mayor afluencia de aficionados, por lo que se convertía en una tarea ardua de conseguir, claro sin saber lo que me esperaba después como bien podéis comprobar en la foto.

Gracias a otro cambio que tuvimos este año y a lo atento que estuvimos de ellos pudimos desplazarnos hasta otra zona donde se estaba preparando un momento único, autentico, excepcional, indescriptible, emocionante y yo que sé más…Un escenario en el que se subirían y compartirían con todos nosotros nada menos que los tres pilotos españoles existentes en estos momentos en la parrilla de Fórmula 1, Fernando Alonso, Carlos Sainz y Roberto Merhi, además de la piloto probadora del equipo Lotus Carmen Jordá y finalmente el argentino Federico Gastaldi, el nuevo jefe adjunto del equipo Lotus. Todos ellos compartieron escenario y un momento histórico e inolvidable para todos los que estábamos allí, fue una buena manera de acabar el primer día de la aventura Fórmulera.

Si el jueves ya fue un día lleno de emociones, no menos se presentaba el viernes ya que tuvimos el privilegio de poder asistir a los  entrenamientos libres 1 y 2 desde una zona privilegiada, los pisos Box. Este honor fue por cortesía de Ciutat-Hotel, a quienes desde aquí aprovechamos para agradecer enormemente todas las atenciones recibidas durante estos días, un trato inmejorable y privilegiado por el que quedamos enormemente satisfechos.

Difícil describir como es ver los coches a tan pocos metros y seguir tan de cerca todos sus movimientos, ya bien sea las practicas de las salidas, como los acelerones para calentar motores, así como los ensayos de cambios de neumáticos y otros trabajos que preparaban los equipos para hacer una buena actuación en la carrera. Todo hay que decirlo, fue una experiencia única, pero si echamos la vista atrás y la hubiéramos vivido cuando los fórmula 1 sonaban y eran lo que eran, entonces sí que hubiera sido el espectáculo en su estado más puro. En cualquier caso estábamos en un sitio único viendo los libres 1, los 2, la GP2, la GP3, los Porches y sin casi darnos cuentas se nos fue el viernes y con él otro día menos del fin de semana.

El sábado nuevamente pudimos disfrutar del lujo de esta suite en los Boxes y nuevamente vivimos todo a pocos metros y con la intensidad que ello con lleva. Un día más en el que no solo teníamos este privilegio, ya que el estar allí también iba incluida el hacer visitas por los distintos sitios de la trastienda de la Fórmula 1, así como una tribuna de lujo donde pocos pueden acceder, un lugar digno de ver pasar los monoplazas. Estamos hablando de la Tribuna VIP, la que está antes de llegar a la nueva chicane del Circuit, justo al final de una larga recta y donde viene una curva  totalmente cerrada.

Esto hace que el espectáculo sea aún mayor, no solo por lo cerca que pasan los monoplazas, si no por como toman los pilotos esta curva , impresionante escuchar el rugir de los neumáticos en la brutal frenada y percibir el olor a frenos y goma quemada. Aquí es donde viene uno de los momentos, que por más fotos que os pongamos, o vídeo que veáis, no hay manera de describirlos. Hoy en día las fotos y los vídeos son de muy buena calidad, pero ni por asomo llegan a alcanzar lo que es la realidad de estar allí tan cerca, verlos, escucharlos y sobre todo olerlos. Ese olor tan característico de la Fórmula 1 que a todo amante de este deporte  le supone ese punto de enganche y de disfrute total, algo indescriptible que por más que os cuente no se puede ni asemejar a lo que es la realidad a pie de pista. Solo deciros que hay que ir y probar, entonces es cuando uno se termina por enganchar.

Además de ver las carreras y dado la suerte de estar este año en un sitio de privilegio, también podíamos ver otras muchas cosas más. Desde encontrarnos de vez en cuando en algún pasillo con los pilotos que venían de hacer spot publicitarios, así como otros personajes que por cualquier motivo pasaban por allí. Una mención aparte merece para mí el piloto probador de Ferrari Marc Gené, el piloto español acudía a una sala Box para algún trabajo publicitario y al verlo reclamé su atención para que se fotografiase conmigo. Cuál fue mi decepción al ver que tiraban de él y no se paró para ello, pero más fue mi grata sorpresa cuando una vez dentro del salón se salió exclusivamente para hacerse la foto  con esta persona que os habla. Sí señor, todo un detalle digno de ser mencionado y que jamás olvidaré. Gracias campeón fue todo un placer.

Estar en el corazón de la Fórmula 1 te hace ver las cosas de diferente manera, amas aún más este deporte, lo valoras el doble y te das cuenta de la inmensidad que arrastra al rededor de la categoría Reyna del motor. El lujo de los Hospitalitis, el control tan exhaustivo de todas las zonas, el trabajo que hay detrás de cada coche, la preparación y limpieza tan minuciosa de todo este entramado, la cantidad de gente que hay alrededor de cualquier pieza y todos y cada uno a su trabajo sabiendo que hacer en cada momento, un control total y absoluto sobre la situación.

Eso sí, como en todo hay fallos y quizás en esta ocasión este provenga más de fuera que de dentro, cuando viendo que tras el telón de la Fórmula 1 está todo bajo control, pero por otro lado y de cara a la galería, van perdiendo puntos por momentos, ya sea con las audiencias, las asistencias de público a los circuitos y con los aficionados que aún quedamos pero un poco desilusionado. Aún así y muy a pesar de ello los que amamos verdaderamente este deporte nos sigue pareciendo todo increíblemente fascinante, único y genuino, es más estaremos dispuesto a llegar donde haga falta por luchar para que nos devuelvan el espectáculo en su estado más puro.

Tras este paréntesis y ya pasado los tres primeros días, sin darte cuenta un año más llega el gran día, el plato fuerte, el domingo con la carrera…Eso es lo que he dicho todos los años, pero en este y muy a pesar mío, si tengo que seros sincera, ha sido el peor de todos los días. Mientras el jueves con la visita al Pit Lane y la firma de autógrafo de pilotos, el viernes y sábado con las practicas libres y las carreras de otras categorías, tenías el aliciente de al menos ver cosas diferentes, cuando llega el domingo crees que viene el  plato fuerte con la carrera y nada más lejos de la realidad.

El plato fuerte fue el de las carreras de las otras categorías, que al paso que vamos terminarán siendo más espectaculares que los Fórmula 1. Por lo pronto y de momento ya suenan más que sus hermanos mayores, eso por no nombrar el hecho de que quienes corren saben perfectamente que eso es la antesala del deporte rey y quien lo haga bien terminará en él, por lo que se les ve que van a por todas arriesgando al máximo y sabiendo que pueden hacerlo. Cosa que por cierto, no ocurre en la fórmula 1, para empezar la máxima superioridad de unos pocos no deja ver luchas en pista y las pocas que hay son light ya que en el momento que dan espectáculo arriesgando más de la cuenta, saben que después vendrá una sanción y adiós a los puntos conseguido. Eso es justo lo que hace que los pilotos no arriesguen más de la cuenta, para luchar por su posición y con ello volvemos a tener un punto más de perdida en el espectáculo.

Bien pues como decía, la emoción del domingo a primera hora la ponen las otras carreras que compiten en el Circuito, tales como la GP3, GP2 y la Porche. Una vez finalizada todas estas categorías, viene el otro plato fuerte, el Drive Paradise o lo que es lo mismo el paseo de los pilotos de la actual parrilla de la Fórmula 1. Un paseo el de los pilotos, que al menos aquí en España tiene más emoción cuando desde hace un par de años para acá Fernando, si ese que algunos tachan de antipático e insociable, ha hecho lo que ningún piloto hace en ningún sitio y ni mucho menos en el circuito que le corresponda con su nacionalidad.

Pues si, Fernando se inventó eso de bajarse del coche para introducirse con su afición, con aquellos que el domingo están en el césped o mejor dicho en las zonas más baratas. Esto dice mucho del sacrificio que todos y cada uno han hecho para pagarse su entrada y estar allí viendo a su ídolo y como no podía ser de otra manera, Alonso se lo devuelve acercandonos a todos y chocando sus manos al menos con los afortunados que se encuentran en primera fila. Aunque a los de atrás tampoco los olvida y les lanza su gorra y alguno que otro saludo más. Este año por si esto era poco, lo más grande fue ver cómo le siguieron los otros dos pilotos españoles, Carlos Sainz y Roberto Merhi, lo que nos llevó a vivir un momentazo difícilmente de olvidar para los que estábamos allí.

Pues ese fue una parte del plato fuerte, el postre vino con la salida, que últimamente parece ser lo más interesante de la carrera por que tras ella empiezas a ver como unos se van alejando de otros, el monopolio continua, las distancias se hacen más largas y los adelantamientos brillan por su ausencia. Una lástima y una gran pena invade mi corazón cuando en plena carrera me paro a echar un vistazo a mí al rededor y veo la desolación y el aburrimiento escrito en las caras de los aficionados, eso por no nombrar a aquellos que empiezan a dar sus cabezazos. Si, increíble pero cierto, gente durmiéndose en el circuito y por último ver a otra gente que ni tan siquiera esperaron a que la carrera se acabase, antes de ello ya se habían ido.

A toda esta crítica, lamentablemente también tengo que añadir en contra de lo que otros años ha estado a favor y siempre me he vanagloriado en ensalzar, es la buena labor del propio circuito. Aunque he de decir en su favor que imagino, que ellos se limitaron a cumplir órdenes de arriba. Bien pues este año, las quejas no paraban, las reclamaciones de los aficionados eran un clamor, la mayoría enfadados y en desacuerdo con unas series de normas nuevas, las cuales muchas de ellas aún no son entendidas por nadie, pero que ahí están para cumplirlas y  hacer aún más difícil las cosas para el espectador.

Así no me extraña que la asistencia de público a los circuitos haya dado tal bajón. De hecho si esto no cambia, auguro aún más para las próximas temporadas. Lo que no se puede hacer es que a una persona que ya le supone un sacrificio llegar hasta allí, costearse los  cuatro días, la entrada, además para ver un espectáculo en decadencia donde antes de empezar ya se  sabe cómo va a acabar y para remate de todos los males, se ven restringidos por unas normas absurdas que en algunos casos incluso parece existir solo para la plebe, pero no así para la jet set de la fórmula 1…Entre otras muchas cosas, si las bebidas alcohólicas están prohibidas, las normas deberían ser iguales para todos ya que el dinero no hace que una persona si bebe más de la cuenta no se emborrache y meta la pata igualmente.

Si a todo esto le sumamos que el ambiente de la Pelouse lo han venido haciendo durante muchos años los mismos, aquellos que entraban con un megáfono y animaban al resto del personal, ya sea cantando, haciendo la ola etc. Pero este año como no les han dejado entrar con ellos el disfrute entre carrera y carrera ha sido nulo y hemos echado en falta aquellos momentos en el que todos nos uníamos con un mismo grito y disfrutábamos de lo lindo.

Me duele a mí la primera el tener que decir todo esto, pero si es la verdad no voy a mentir para tapar lo que cada día es más evidente. Aún así y por el amor que le proceso a este deporte apelo a que estos señores que manejan todo este cotarro cuando echen sus cuentas y vean que esto sigue bajando empicado, tiren del freno y empiecen a recuperar lo que llevamos perdido hasta ahora y con ello poder ver mi pasión en el sitio justo que le corresponde…En la élite del motor, en el deporte rey de los coches y en el espectáculo que es la Fórmula 1 en su estado más puro.

Pido disculpa a todos, porque estos días, con los trastornos de estar fuera, no hayamos hecho nuestro trabajo tal como lo venimos haciendo siempre. Mi enorme agradecimiento también para aquellos que durante estos días nos han ayudado desinteresadamente. Infinita gratitud igualmente para todos nuestros seguidores, que ahora más que nunca podemos decir con todo orgullo, que mientras las audiencias y asistencias a circuitos bajan nosotros seguimos subiendo como la espuma y eso es la mejor recompensa que podemos obtener por nuestro trabajo.

 Ahora de vuelta a la normalidad, seguiremos atentos para informaros como siempre de todo lo que acontezca con esta  nuestra pasión…En breve arrancamos motores con el previo del glamur…El Gran Premio de Mónaco.

Un saludo a todos y nuevamente gracias por estar ahí.

Pasen, acomódense que están en su casa para disfrutar y vivir la F1enestadopuro.

Los dos grandes momentos:

Un resumen con lo mejor…El resto en breve abriremos un álbum.

Mamen Vázquez para F1eep.