En esta, al contrario que en otras presentaciones, si que se ha mostrado el monoplaza que utilizarán esta temporada
Dos mantras repetidos en la presentación hasta que quedase lo suficientemente claro: es el coche de verdad y han sido “muy agresivos” al diseñarlo y desarrollarlo. Alpine presentó este miércoles en Enstone un atrevido A524. El adjetivo “agresivo” está gastado ya en las presentaciones, todos los equipos dicen que lo son. Este coche al menos lo parece: de su discreto predecesor solo hereda el volante. Suspensión delantera optimizada, aerodinámica muy simplificada, los circuitos de refrigeración de han revisado, la suspensión trasera es completamente nueva y la tapa del motor se estrecha casi todo lo que permite la unidad de potencia de Renault.
“El coche de 2023 estaba ya maximizado, no permitía más progresos, por eso optamos por este enfoque tan agresivo”, asegura el director técnico, Matt Harman, sobre un proyecto que le ha ocupado los últimos 18 meses. Lo pilotarán Esteban Ocon (“Tranquilo Esteban, este coche será más cómodo”, dijo Harman durante la presentación) y Pierre Gasly, que cumplía 28 años el día del estreno. Dos franceses que terminan contrato en 2024 y, vistas las curvas del mercado de fichajes, tendrán que ponerse manos a la obra.
Alpine cayó al sexto puesto en el campeonato de constructores del año pasado, superados por los tres grandes más el empuje de McLaren (en la fase final de la campaña) y Aston Martin (al inicio). Es cierto que subieron al podio en Mónaco (Esteban) y Zandvoort (Gasly), las pistas de corte urbano reforzaron un monoplaza al que le falta potencia en las rectas y fiabilidad en general. Pero luego siempre están. Pueden cambiar a todo el equipo deportivo, echar al team principal y hacer un podio unas horas más tarde. Es un equipo con tanto poso carrerista que nunca se les puede bajar del teórico top-10, de la lucha por los puntos, por mucho que suba el nivel en esta F1.