Imola es uno de esos circuitos de la vieja escuela, con sus 12 curvas a la izquierda y nueve a la derecha, estamos frente a lo que es uno de esos trazados que gira en sentido antihorario, con zonas especialmente estrechas en las que será muy complicado ver a dos monoplazas en paralelo, mientras que la maniobra de adelantamiento se verá especialmente limitada por lo bacheado del trazado y los pocos puntos claros para afrontar dicha acción. Este domingo, los pilotos del Gran Circo darán 63 vueltas a sus 4.909 metros de cuerda en lo que será la despedida del campeonato a Europa por este 2020, además del Gran Premio de casa para AlphaTauri, la cual tiene la fábrica de Faenza a apenas 20 kilómetros del trazado.
La última vez que visitó la Fórmula 1 al trazado protagonista del Gran Premio de San Marino fue hace 14 años y desde entonces ha perdido la conocida como Variante Bassa, por lo que ya no tendremos esa famosa chicane antes de meta en la que vimos a Fernando Alonso y Michael Schumacher defenderse de los ataques del uno al otro en las dos últimas ediciones de las carreras disputadas aquí. Ahora toda esa sección es mucho más rápida y seguramente sea la opción más clara para situar la zona de DRS y, por tanto, el lugar a seguir para ver adelantamientos. También la imagen general ha cambiado bastante y se ha renovado el paddock, quedando únicamente de esa fotografía antigua del trazado la torre Marlboro, al final del Pit-Lane.
Aunque obviamente no hay ninguna curva muy exigente en cuanto a carga lateral, al igual que tampoco nos encontramos con grandes frenadas a lo largo del circuito italiano, sí que es cierto que al tratarse de una pista técnica con un amplio rango de curva ha llevado a Pirelli a optar por una opción más conservadora. Quedará por ver cómo reacciona la goma a temperaturas bajas que se pueden dar en esta época del año, así como al reasfaltado (no demasiado abrasivo) o a las exigencias generadas por estos monoplazas de la era híbrida. Trazado de pisar mucho los pianos, algunos de ellos especialmente altos, como los de la chicane de la parte alta. A tener en cuenta especialmente cuando ya hemos visto la preocupación de equipos como Mercedes-AMG F1 con la fragilidad de sus cajas de cambios en este tipo de secciones.
Historia del circuito
El Autódromo Enzo e Dino Ferrari acogerá este fin de semana el primer Gran Premio de Emilia-Romagna. Imola tiene un lugar muy importante reservado dentro del Mundial de Fórmula 1, después de llegar como sede del Gran Premio de Italia en 1980, para posteriormente convertirse en el Gran Premio de San Marino desde 1981 hasta 2006, última edición de la prueba y la séptima victoria conseguida por Michael Schumacher sobre su asfalto.
Fue el escenario de grandes batallas como la protagonizada por el Kaiser y Fernando Alonso, por la ruptura de relaciones entre Gilles Villeneuve y Didier Pironi o por ser el lugar en el que Heinz-Harald Frentzen, alimentado con las famosas paellas de su madre española, conseguía su primera victoria. Sin embargo, allí también se dio el que se considera como uno de los fines de semanas más negros de la historia de la Fórmula 1, con el fallecimiento de Ayrton Senna y de Roland Ratzenberger en aquel fatídico año 1994.
La región de Emilia-Romaña alberga varios constructores de automóviles de carreras, como Ferrari, Lamborghini y Maserati. Al terminar la Segunda Guerra Mundial, la ciudad de Imola lanzó un programa para mejorar la economía local. Cuatro entusiastas de las carreras automovilísticas propusieron la construcción de una nueva vía que unía vías públicas existentes y que podía ser utilizada por los constructores locales para probar sus prototipos. La construcción se inició en marzo de 1950. Las primeras pruebas de vehículos se llevaron a cabo dos años más tarde cuando Enzo Ferrari mandó a probar uno de sus vehículos.
En abril de 1953, se disputaron las primeras carreras de motociclismo en Imola y la primera carrera de automovilismo se corrió en junio de 1954. La Fórmula 2 Europea visitó el autódromo de Imola en 1970 y 1972; luego volvería en 2009. El Campeonato Mundial de Resistencia disputó carreras en 1965, 1974, 1976, 1977 y 1984.
En abril de 1963 se corrió la primera carrera de Fórmula 1 en Imola como fecha no puntuable para el campeonato y fue ganada por Jim Clark para Lotus. Una segunda carrera no válida para el campeonato Mundial de Fórmula 1 se corrió en 1979 y fue ganada por Niki Lauda corriendo para Brabham-Alfa Romeo. El Gran Premio de Italia de 1980 tuvo lugar en Imola. Para que ese país pudiera ser anfitrión de dos Grandes Premios de Fórmula 1 a partir de 1981, la carrera de Imola se denominó Gran Premio de San Marino; la última edición fue en 2006. En 2020 volverá a albergar a la Fórmula 1, como sede del Gran Premio de Emilia-Romaña.1
De la misma manera, el Campeonato Mundial de Motociclismo de Velocidad compitió allí en 1972, 1974, 1975, 1977, 1979 y 1988 bajo el título Gran Premio de Italia de Motociclismo, en 1981 y 1983 como el Gran Premio de San Marino de Motociclismo, y desde 1996 hasta 1999 como el Gran Premio de la Ciudad de Imola de Motociclismo.
La Fórmula 3000 Internacional visitó Imola de manera independiente en 1986 y 1987, y desde 1998 hasta 2004 como carrera previa a la de Fórmula 1. Su sucesor, la GP2 Series, acompañó a la Fórmula 1 en las dos últimas ediciones del Gran Premio de San Marino, en 2005 y 2006. La Fórmula 3000 Europea, la Eurocopa de Fórmula Renault V6 y la Fórmula Master Internacional son otros campeonatos europeos de monoplazas que corrieron en Imola.
Además del Campeonato Mundial de Motociclismo de Velocidad, el Campeonato Mundial de Superbikes disputó una fecha en Imola entre 2001 y 2006, y luego a partir de 2009, en tanto que el Campeonato Mundial de Motociclismo de Resistencia corrió allí en 2002 y 2003. El Campeonato FIA GT compitió allí en 2005 y 2006; el Campeonato Europeo de Turismos lo hizo en 2004, el Campeonato Mundial de Turismos en 2005, 2008 y 2009; y el Open Internacional de GT desde 2009.
El circuito inicial sufrió una importante reforma en 1973, cuando se le agregaron las chicanas Acqua Minerale, la Variante Alta, la Variante Bassa y el Traguardo para mejorar la seguridad. Otra mejora importante fue en 1994, cuando tras las muertes de Senna y Ratzenberger, contando también el accidente de Barrichello, Tamburello y Villeneuve pasaron de ser curvas rápidas a chicanas, se recortaron las rectas contiguas a las curvas de Rivazza y, como contrapartida, se eliminaron la antigua Variante Bassa y la chicana Acqua Minerale. La chicana Traguardo pasó a llamarse nueva variante Bassa.
En el 2007 el circuito se sometió a una series de cambios eliminando la nueva Variante Bassa, reemplazándola por una recta, además se aprovechó para construir nuevos boxes y ampliar el paddock. En 2008 se estrenó el nuevo trazado pero se comprobó que, como ocurría antes de construirse la antigua variante Bassa, las motos llegaban demasiado rápido a la chicanne Tamburello. Por eso al año siguiente se hizo una chicana contigua a la recta de meta (similar a la utilizada entre 1995 y 2007) que es usada por las competiciones de motociclismo. Los coches de Fórmula 1 no usan esta chicana debido a las mayores medidas de seguridad introducidas en los coches desde 1994.
Así, en la actualidad, el circuito original perdura con las siguientes modificaciones:
Variante Alta (desde 1972) – Chicana Tamburello (desde 1994) – Chicana Villeneuve (desde 1994) – Recorte de las rectas cercanas a Rivazza (desde 1994).
Gran Premio de San Marino de 1994
Los pilotos Ayrton Senna y Roland Ratzenberger perdieron la vida en sendos accidentes en el Gran Premio de San Marino de 1994: Ratzenberger en los entrenamientos del sábado (en la curva Gilles Villeneuve) y Senna en el curvón Tamburello en la séptima vuelta de la carrera. El mismo fin de semana, Rubens Barrichello tuvo un fuerte choque que lo mantuvo alejado de las pistas varias semanas.
Por causa de estos accidentes, el circuito fue modificado en tres secciones. Antes de la curva Tamburello, originalmente una de las más rápidas del circuito, se añadió una chicana que obligaba a ralentizar el paso por el curvón posterior. La curva Gilles Villeneuve pasó a ser una chicana con el fin de eliminar la curva rápida y, al mismo tiempo, reducir la velocidad con la que se afrontaba la curva Tossa, que también había sido escenario de graves accidentes. Por último, la variante Bassa pasó de tener dos chicanes a una sola con el objetivo de ganar espacio para las escapatorias; esta variante pudo ser totalmente eliminada una década más tarde cuando se reformaron los boxes del circuito y se ampliaron las escapatorias.
Tamburello había sido testigo también de otros accidentes, como el de Gerhard Berger en el Gran Premio de San Marino de 1989 en el cual, después de estrellarse contra el muro, su monoplaza ardió en llamas durante 20 min.