Stroll hace magia y consigue la Pole en el GP de Turquía
Llovió, se igualaron las fuerzas. O eso dicen que pasa cuando el firme deja de ser eso y los monoplazas más rápidos del planeta se convierten en máquinas patosas. En la Fórmula 1 el coche importa mucho, demasiado, y siempre se mira al cielo anhelando un gran premio de igualdad pasado por agua que saque a relucir la calidad del piloto. Pues bien, el día que eso sucedió, este sábado en Estambul, ante un circuito impracticable y bochornoso que merece la peor de las descalificaciones, la pole la hizo Lance Stroll con el Racing Point.
El niño rico, el hijo del dueño del equipo, uno de los más criticados de la parrilla en el seno del equipo que peor cae, por varias razones. El canadiense de 22 años voló en la Q3 con el neumático intermedio cuando cualquiera de las curvas del Istanbul Park era una trampa de agua. Saldrá primero después de una pelea fiera contra Max Verstappen, el showman del día (llegó a meter varios segundos al resto de pilotos) y contra Checo Pérez, un gigante que pide un volante para el año que viene. Cuarto partirá Albon con el otro Red Bull. Estuvo inspirado el tailandés, esta vez sí.
El duelo fue brutal, inexplicable. Antes, en la Q1 hubo dos banderas rojas y tocó esperar a que la pista mejorase, levemente, sus terribles condiciones. En la Q2 también se probó la grava, los trompos fueron habituales (la mejor salvada la firmó Raikkonen). Pero lo de la Q3 fue una batalla campal con Verstappen volando y parando en boxes de forma poco comprensible cuando estaba a punto de cerrar la mejor vuelta del día. Su equipo optó por estrenar gomas de lluvia extrema para el último intento, pero fue una mala idea: había que quedarse en la pista todo lo posible para encontrar el límite. En esas llegó Stroll, con el neumático intermedio. La apuesta le salió bien y logró la primera pole para Canadá desde el GP de Europa de 1997. Las poles no se compran con dinero.
A todo esto, ¿dónde están los Mercedes? Hamilton empezará sexto en busca del séptimo título, por detrás de Ricciardo. Ocon y Raikkonen le separan de Bottas, el único que puede retrasar hasta Bahréin la coronación del británico. A Lewis le vale con no ceder más de siete puntos con respecto al finlandés. De hecho, si ambos acaban igual que empiezan, el trabajo está hecho. Pero, por ahora, la climatología desluce mucho al equipo alemán y, si no mejoran el domingo, el Mundial puede quedar empañado. Se coló también en el top-10 Giovinazzi, muy dignos los Alfa Romeo.
Una estrategia fallida de McLaren
Llovió, se igualaron las fuerzas, pero tampoco así le fue bien a Carlos Sainz con un McLaren que está acabando la temporada con lo justo. Saldrá 13º, por detrás de Norris y Vettel, aunque delante de Leclerc, su próximo compañero en Ferrari. La estrategia de Woking fue, de nuevo, cuestionable: tanto en Q1 como en Q2 salieron con el neumático intermedio apostando por una pista que mejorase sus condiciones, cuando las evidencias sobre lo contrario eran aplastantes.
En la segunda sesión el madrileño y Lando eran los únicos con la goma verde de Pirelli. Claro, hubo que cambiarla, se perdió tiempo y apenas tuvieron un par de intentos para mejorar, ya con el calzado de lluvia extrema, cuando eran necesarios algunos más (Verstappen hizo siete) para saber hasta cuándo se podía pisar a fondo. Tampoco ayuda un monoplaza que genera tan poca carga aerodinámica, el que menos ha mejorado en 2020, cada vez más lejos de sus teóricos rivales, Renault y Racing Point. En resumen, tocará remontar. Y en su caso ya no vale con mirar al cielo.
Vía As.com
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