Análisis y crónica de los test de la pretemporada de Fórmula 1 2020

Mercedes es la referencia, Ferrari sorprende con su perfil bajo y Red Bull tiene cosas interesantes de cara a Australia. La zona media no puede apretarse más

De Barcelona a Australia, donde exactamente en dos semanas se celebrará el primer gran premio de la temporada 2020. Los test, a pesar de las habituales estrategias de ocultación por parte de los equipos, dejan varias conclusiones y una parrilla más o menos definida delante, pero muy abierta en la zona intermedia. Es imposible ordenar a McLaren, Alpha Tauri y Renault, aunque sí está claro que Racing Point, al menos al principio, no está en ese grupo. Desde la pista, y según las tablas de tiempos, así se vio a cada monoplaza en Barcelona.

1. Mercedes W10: la referencia

Una evolución importante sobre el monoplaza que ya era la referencia. De nuevo impecable en paso por curva, pero este año además el motor muestra una sólida mejoría en potencia. Sus problemas residen en la fiabilidad, concretamente en lo relativo a la refrigeración del propulsor. Y eso no es bueno cuando en los test de Barcelona, en invierno, la temperatura no es elevada en comparación con la gran mayoría de los grandes premio. Hamilton ha puesto el foco en eso, aunque Bottas ha firmado tiempos impecables. El ‘DAS’, su invento, parece útil en tandas de clasificación, pero no tanto en carrera. Son los máximos favoritos en 2020.

2. Ferrari SF1000: el tapado

Un gran coche de carreras, aunque no sea brillante a una vuelta como su predecesor, y una buena base para seguir evolucionando durante la temporada sin estancarse, como con el SF90H, en el paso por curva. Ferrari ha dado un paso de gigante en los virajes lentos, su punto débil, a costa de ceder velocidad punta. El coche permite unos reglajes más abiertos, o menos estrictos, que puedan satisfacer por igual a Vettel y Leclerc, otro de los objetivos del parón. Aunque transmiten pesimismo desde Maranello, saben que el SF1000 funciona y lucharán por victorias esta temporada, no cabe duda.

3. Red Bull RB16: la alternativa

A pie de pista, parece un monoplaza tosco exigido al máximo. Verstappen lo lleva al límite, pero salen los tiempos en casi todas las circunstancias, con frío, calor, goma blanda y goma dura, y eso es muy interesante. Red Bull se ha centrado en 2020, comprometiendo su inicio para 2021. No obstante, su pretemporada tampoco ha tenido nada de espectacular y preocupa que, como en los inviernos anteriores, empiecen con el pie cambiado. Honda ya no será una excusa, tienen evoluciones importantes y es un motor que está a la altura de los grandes, no lastra.

4. Racing Point RP20: la copia

Checo Pérez y Lance Stroll aspiran a la pole o el podio en el GP de Australia. Su Racing Point es el Mercedes W10 que ganó el Mundial hace un año. Sin entrar en debates éticos, es una manera de recortar de golpe un segundo y medio a los grandes y plantarte delante en una temporada sin grandes alardes técnicos, porque viene un cambio de normas. El monoplaza es una delicia en el asfalto, se agarra a las curvas como ninguno, y puede pasar a Ferrari o Red Bull durante los primeros grandes premios, hasta que lleguen las evoluciones. Que nadie se sorprenda si ocurre.

5. McLaren MCL35: un paso adelante

El optimismo en Woking es real, aunque hayan completado una pretemporada de perfil bajo y evitando los titulares de las vueltas rápidas descargadas de combustible. Este McLaren MCL35 se mueve bien en la pista, mejora a su predecesor y les acerca a los grandes. Carlos Sainz puntualiza que en tres décimas se pasará del cuarto coche al séptimo, y es cierto: todos los coches de la zona media mejoran en 2020, todos son buenos. No ha sido un monoplaza muy convincente en manos de Lando Norris, pero queda el beneficio de la duda. En Australia deben entrar en la Q3, lo contrario sería un fracaso.

6. Alpha Tauri AT01: no es un Red Bull

El AT01 llama la atención, es un salto de prestaciones con respecto al último Toro Rosso y una buena herramienta para Gasly y Kvyat, pero no es un Red Bull ni una copia de Red Bull. Se inspiran en ellos y utilizan sus suspensiones y su caja de cambios, elementos que funcionarán a la perfección, aunque van por otro camino en cuanto a la aerodinámica. A la vista, está algo por detrás de sus rivales directos.

7. Renault RS20: más de lo que parece

Se dudó de Renault, que llegó sin coche al día de su presentación, pero el RS20 de Ricciardo y Ocon tiene mucho potencial. Se inspiran en el morro de Mercedes y son más extremos que McLaren en ese apartado. Aunque el motor apenas evoluciona, este monoplaza corta en seco con el pobre RS19, que no tenía mejora efectiva posible. Su aerodinámica llama la atención aunque en Barcelona, desde los viales, se ven más incorreciones en su trazada que, por ejemplo, en McLaren o Alpha Tauri.

8. Haas VF10: un viejo conocido

Muy similar al Ferrari de 2019, compartirá sus puntos débiles (problemas en las curvas) sin disfrutar de la fortaleza, un motor que fue mayúsculo pero pierde prestaciones en 2020. Repiten la estrategia que no les funcionó hace un año con la esperanza de sacar del pozo a Magnussen y Grosjean. Pero el coche está un paso por detrás de esa zona media venida a más.

9. Alfa Romeo C39: no tiene buena pinta

Un monoplaza que casi hay que detener para que entre en las curvas. Raikkonen, Giovinazzi y Kubica lo defendieron en Barcelona, pero el Sauber decepciona. Se esperaba que siguieran los pasos de Racing Point ayudados por Ferrari, pero mantienen sus señas de identidad (un alerón delantero mínimo) frente a una parrilla que va por otros derroteros. Muchos ansiaron este coche, entre ellos Hulkenberg. Pero viendo sus registros rodando descargadísimo de combustible, no parece candidato a nada.

10. Williams FW43: mejora, pero último

En un año han progresado muchísimo, completaron buenos rodajes en Barcelona cuando hace doce meses aparecieron tarde, mal y sin recambios. Pero los registros de Russell y Latifi, especialmente en ritmo de carrera, son de lo peor que hay en la parrilla. En el asfalto, el monoplaza no parece tosco, simplemente da la sensación de que no da para más. Otra temporada complicada por delante con problemas no resueltos para un histórico de la Fórmula 1 venido a menos.