El alemán ignoró las peticiones para retirarse en Malasia
A pocas vueltas del final, Red Bull le pidió insistentemente a Sebastian Vettel que abandonara la carrera y retirase el coche a boxes. Sin embargo, el bicampeón alemán aparentemente obvió las instrucciones y siguió adelante hasta la bandera de cuadros. Ahora Vettel tendrá que dar explicaciones a sus jefes por su desobediencia.
Tras la carrera, el equipo disculpó públicamente a su piloto asegurando que la radio estaba rota. Pero el alemán en realidad tendrá que contestar a más de una pregunta de sus jefes, pues varias fotografías muestran que la misma petición se realizó desde el muro de boxes con paneles informativos.
La teoría de la radio rota se desmorona cuando el propio piloto alemán reconoce haber desoído las instrucciones de sus jefes: "Quería ver la bandera de cuadros", aseguró nada más bajarse de su monoplaza en Malasia. La prensa no ha tardado en detectar la desobediencia de Vettel, y cree que le traerá consecuencias disciplinarias. De hecho, el propio Christian Horner, jefe del equipo, lo reconoce: "Vamos a hablar con él".
Vettel tuvo problemas toda la carrera y finalmente en los últimos compases sufrió un pinchazo tras tocarse con Narain Karthikeyan, lo que le dejó definitivamente fuera de los puntos. El equipo le ordenó pararse por problemas graves de temperaturas en sus frenos, e incluso le insistieron en que era "una emergencia" que le podría haber puesto en serio peligro.
Sea verdad o no, la retirada de Vettel de una carrera en la que no habría sumado puntos habría permitido al equipo cambiar la caja de cambios para la siguiente carrera, el Gran Premio de China. Ahora, con el empecinamiento de Vettel por llegar a la meta, no será posible. Pero Vettel no se arrepiente: "Desde luego que quiero conservar el coche, pero también quería ver la bandera de cuadros; creo así debería ser", se justifica Sebastian.
Vía cdthef1.com
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