Sainz perdió el cuarto puesto y todos los puntos por la dura penalización tras el toque a Fernando. Fue a reclamar a comisarios. Su carrera había sido “fuerte y consistente”
En el momento en el que le comunicaron su equipo la sanción, justo antes de dar la última salida detrás del Safety Card, era emocionante y frustrante ver la reacción, los gestos, las palabras y el enfado, que por otro lado, muy lógico del español, dada lo duro de la misma.
Carlos Sainz fue directo a comisarios al bajarse del coche. Pasó deprisa por el corralito de televisiones, cumplió con el trámite “para evitar otra sanción” y fue a explicarse ante quienes le habían sancionado con cinco segundos por el toque con Alonso en la vuelta 57. La sanción fue dura porque las consecuencias son extremas: como el pelotón iba comprimido tras el coche de seguridad antes de cruzar la línea de meta, el madrileño cayó del cuatro puesto al duodécimo, sin puntos. Además, el incidente sucede en una vuelta que queda sin efecto en la carrera (por la bandera roja) y Fernando no pierde posiciones por culpa del toque, cuando el castigo equivale a una descalificación. Igualmente, la maniobra se parece demasiado al toque de Stroll que dejó fuera de carrera a Leclerc en la primera vuelta y se saldó con un “incidente de carrera”. Ferrari se marcha de Australia con cero puntos.
Y eso, ciertamente, no fue justo: el SF-23 completó un digno fin de semana en Albert Park. Charles tuvo mala suerte con ese toque del Aston Martin que le envió a la grava, donde quedó atrapado. Pero la carrera de Carlos no tiene pegas: salió quinto, peleó hacia adelante, salió perjudicado por la primera bandera roja (porque ya había cambiado los neumáticos) y le tocó remontar del 11º al 4º, donde se asentó tras Alonso. Adelantó en la pista con agresividad a los McLaren, Hulkenberg y sobre todo Gasly, con quien debió clavar los frenos en la curva tres para deshacerse de la velocidad punta del Alpine.
“Que esperen a hablar conmigo”
En caliente, por la radio, se percibió la sensación de frustración e injusticia en las palabras de Sainz: “No, no puede ser Ricky. ¿Merezco estar fuera de los puntos? No, es inaceptable, que esperen a que termine la carrera y discutan conmigo. Que esperen a hablar conmigo, pedídselo, esa penalización es demasiado severa”. En frío, tras defenderse sin aparente éxito, el madrileño charló con AS y señala sobre todo a las consecuencias de la penalización (queda último en una carrera de cuarto puesto). Se marcha dolido, aunque también satisfecho con su actuación en la pista.
La versión de los comisarios
El informe oficial del castigo reza lo siguiente: “Los comisarios revisaron la posición en el sistema de comisarios, cronometraje y telemetría, sobre la colisión entre los coches ‘55′ y ‘14′ y determinaron que el coche ‘55′ es culpable de la colisión. El coche ‘14′ (Fernando) estaba ligeramente delante significativamente en la primera curva y el coche ‘55′ provocó un trompo y que dejara el asfalto. Por eso imponemos una penalización de cinco segundos al coche ‘55″. También precisan por qué hay castigo a pesar de tratarse de una salida: “Normalmente tenemos en cuenta que en los accidentes de resalidas los comisarios suelen ser más permisivos. Pero consideramos que había suficiente espacio para que el coche ‘55′ tomara medidas para evitar la colisión y no lo hizo”.
Fréd Vasseur también opinó sobre el castigo: “Mi frustración es mayor porque toman una decisión antes de que termine la carrera, cuando sabes que solo queda una vuelta tras el coche de seguridad; hubiera sido más fácil hablarlo con él tras la carrera”. “Hay que entender la situación, tuvo que hacer un ‘pit-stop’ extra por la historia de la bandera roja, su ritmo era fuerte y consistente, llegó pegado al podio y tiene esta penalización. Entiendo perfectamente sus emociones y su sorpresa”, dijo el dirigente francés, que se vio “en la pelea”.
Vía As.com
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