Todo según lo previsto tras tres años de dramas con Honda
Y al cuarto año McLaren debutó con tranquilidad, sin explosiones, humos negros, aceite que se sale del motor, parones y demás dramas de sus tres temporadas anteriores con Honda.
Fernando Alonso y Stoffel Vandoorne hicieron lo que tenían que hacer, todo según lo previsto, sus 100 kilómetros de rodaje, muchos tras coches con cámaras y grúas, algunos despacio, sin poder acelerar a fondo o hacer vueltas rápidas, pero suficiente para comprobar que «el motor corre, el coche corre, y todos estamos felices«.
El buen rollo del español ya arrancó desde primera hora, al llegar al circuito navarro de Los Arcos en un vehículo con cristales tintados, bajarse y ponerse a hacer fotos y firmar autógrafos con el centenar de aficionados que madrugó para verle entre las rendijas del trazado. Con todos.
https://twitter.com/McLarenF1/status/967044260586557441
Primero dio una vuelta de instalación, parón y cuatro más al trazado corto del trazado para luego emplearse en el recorrido largo antes de parar de nuevo y dejar su sitio a Vandoorne. La sonrisa tras bajarse del coche le delató. Hay base para trabajar, pero la fiabilidad está, es un coche de carreras, no una montaña rusa como desde 2015 a 2017.
A las 18 horas, todo el equipo plegó velas tras un «día intenso, en el que lo emocional ha sido muy importante tras el largo y gran trabajo del equipo», aseguró Fernando.
https://twitter.com/McLarenF1/status/967023677337489408
Vía Marca.com