La dos carreras consecutivas en Bahréin serán muy exigentes para los pilotos, los neumáticos y la mecánica, ya que a las altas temperaturas se le une un circuito muy exigente y dos trazados distintos para cada Gran Premio.
El circuito Internacional de Bahréin acogerá dos desafíos completamente distintos en fines de semana consecutivos, uno de ellos ya ha pasado y será recordado por el milagro de Grosjean. En ambos se utilizarán los mismos compuestos de neumáticos: C2 como duro (blanco), C3 como medio (amarillo) y C4 como blando (rojo).
La nominación de este año es un punto más blanda que la de la pasada temporada, corrección motivada por la decisión de los pilotos de 2019 de centrarse en los compuestos más blandos disponibles, ya que consideraron que el C1 era demasiado duro. Este año, por tanto, deberían utilizarse con más frecuencia los tres tipos de neumáticos desplazados.
Los pilotos mantienen el acelerador a fondo durante el 64 por cien de la vuelta.
DESGASTE DE LOS FRENOS
Alto. Los pilotos dedican el 16% de la vuelta a frenar. Hay ocho zonas de frenada.
CARGA AERODINÁMICA
Media. Los pilotos pueden alcanzar los 322 kilómetros/hora con el DRS activado.
CARACTERÍSTICAS DEL ASFALTO
La degradación térmica, mitigada al ser carrera nocturna. Dos-tres paradas.
CONSUMO DE COMBUSTIBLE
Cada 10 kilos de combustible, los pilotos empeoran 380 milésimas por vuelta.
TIEMPO DEL PIT STOP
Se necesitan 24 segundos para una parada en boxes. El pit lane mide 420 metros.
Mucha exigencia para los neumáticos
Los neumáticos afrontarán demandas diferentes en las dos citas, si bien confluirán en algunos detalles: el asfalto más abrasivo de la temporada y uno de los promedios de velocidad más elevados (en el GP de Sakhir). Los compuestos de la zona media de la gama encajarán a la perfección con las exigencias planteadas en ambas carreras.
Para la primera cita, el GP de Bahréin, todos los equipos tiraron el viernes de dos juegos del compuesto C3 de 2021, uno para cada coche, oportunidad que se repetirá en la última cita de la temporada, el GP de Abu Dabi, en este caso con el C4. Por lo demás, el reparto de sets será el habitual para un fin de semana: dos del duro, tres del medio y ocho del más blando.
Es la primera vez que la F1 viaja tan tarde a Bahréin, aunque estamos ante un circuito en el que la variación de temperaturas de inicio a fin de temporada no sufre apenas cambios, por lo que los datos de citas precedentes tendrán perfecta vigencia. Uno de los riesgos inherentes al trazado es la presencia de arena del desierto, que llega arrastrada por el viento y ensucia la superficie a la par que reduce el agarre.
Sakhir es un circuito de severidad media y donde la prioridad radica en la tracción y frenada más que en la adherencia lateral. Su variante exterior (de 3.543 metros) estará entre las más veloces de la historia de la Fórmula 1, con unos promedios de vuelta que rondarán los 230 km/h, aunque será menos exigente con los neumáticos que la versión habitual. Al afrontar un giro tan corto, la gestión del tráfico en clasificación será determinante.
La curva 10 es una de las más complicadas porque tiene una entrada larga y combinada que se vuelve más cerrada hacia el vértice, que es ciego sobre una cresta. Los pilotos comienzan a aplicar los frenos mientras negocian el amplio arco de la curva 9 y la pista desciende en la cúspide.
Todos estos factores hacen que la presión sobre el neumático delantero izquierdo se aligere y aumente el riesgo de que se bloquee. El equilibrio está en el filo de la navaja a través de esta secuencia, por lo que a menudo vemos errores en este punto de la pista.
Se producirán diferentes enfoques tácticos en los entrenamientos libres. En el GP de Bahréin, dos de las tres sesiones se celebran en pleno día, por lo que no son relevantes en absoluto de cara a clasificación y carrera. Lo mismo ocurrirá con el GP de Sakhir, aunque al tratarse de una pista y estilo de circuito completamente nuevo, los equipos deberán aprovechar cada minuto de pista para recoger los máximos datos posibles sobre el comportamiento de los neumáticos y el coche.
Mario Isola – responsable de Pirelli en F1
«Nos aguardan dos fines de semana distintos en un mismo circuito. El desafío más interesante será, quizá, el GP de Sakhir, ya que su trazado no tiene nada que ver con ninguno otro en el que se haya competido en tiempos recientes –y eso que utiliza la mitad de la pista convencional-. Aunque disponemos ya de algunos datos procedentes de simulaciones, debemos esperar a los entrenamientos libres para evaluar el efecto preciso del circuito sobre las gomas en términos de desgaste, degradación y, por ende, estrategia».
«Además, esta temporada hemos seleccionado neumáticos un poco más blandos que en 2019, lo que abre nuevas oportunidades a nivel táctico. Este viernes, los equipos probarán el compuesto C3 de 2021, lo que les dará una buena idea de los neumáticos del año próximo».
Datos sobre el circuito de Sakhir
El complejo del Circuito Internacional de Bahréin está ubicado en medio del desierto en una antigua granja de camellos y cuenta con 1.120 palmeras.
A pesar de la ubicación rural de la pista, rodeada de un desierto arenoso, la arena no presenta ningún problema importante a los monoplazas y la superficie del circuito se puede limpiar muy rápidamente.
Se utilizan 495 postes para iluminar la pista para los Libres 2, la clasificación y la carrera de 57 vueltas.
El Circuito Internacional de Bahréin tiene una de las superficies más abrasivas de la temporada, lo que puede provocar una mayor degradación de los neumáticos.
Debido a que Libres 1 y 3 se celebran a la luz del día, tienen poco valor en lo que respecta al equilibrio del monoplaza y el trabajo de configuración para la clasificación y la carrera, que tienen lugar en el crepúsculo.
Sin embargo, los Libres 1 y 3 aún pueden resultar útiles para trabajar en otros elementos, como probar piezas nuevas o comprender los neumáticos.
Por lo tanto, los Libres 2 se convierten en una sesión crucial para los equipos, a fin de prepararse adecuadamente para los principales eventos del fin de semana de carreras.
Cuando se trata de la puesta a punto, la atención se centra principalmente en ajustar el coche para las curvas de baja y media velocidad, porque las secciones de alta velocidad de la pista se toman fácilmente.
La pista de F1 de Bahréin tiene la segunda cifra más alta de cambio de marcha por vuelta de la temporada 2020, con pilotos que cambian de marcha 58 veces. Esto la sitúa por detrás de Sochi y empatada con el circuito de Yas Marina.
El Gran Premio de Bahréin castiga mucho los frenos, con siete eventos de frenado y tres de muy fuertes, lo que significa que el piloto frena durante 0,4 segundos o más, con cuatro ges o más.