Tras cumplir los primeros kilómetros con los nuevos monoplazas con efecto suelo, los equipos han encontrado una dificultad inesperada
Es el efecto rebote o porpoising, que consiste en que el coche suba y baje repetidamente a alta velocidad.
Qué es el porpoising
Esto tiene su origen en una pérdida de carga aerodinámica súbita. Los coches con efecto suelo mejoran su rendimiento cuanto más cerca del asfalto rueden. A medida que ganan velocidad, la succión es mayor y esto pega el coche al suelo.
Pero, si se produce una variación en la presión por una deficiente configuración del mismo o por irregularidades en el asfalto, dicho efecto desaparece y el coche se eleva súbitamente.
Bumpy road to the top for Charles Leclerc! ?#F1 pic.twitter.com/Z6a5e6d3bo
— Formula 1 (@F1) February 24, 2022
El porpoising es muy molesto para el piloto en recta, pero si se produce en curva rápida, además es peligroso porque la pérdida súbita de carga hace que desaparezca el agarre.
Aunque algunos equipos están sufriendo más que otros, como es el caso de Haas y Alfa Romeo, se trata de un problema generalizado en toda la parrilla.
Fácil de evitar, complejo de optimizar
Mattia Binotto ha hablado sobre ello, apuntando que «la mayoría de nosotros hemos subestimado el problema. Configurar estos coches con efecto suelo es diferente. Es un proceso de aprendizaje. Creo que resolverlo puede ser bastante sencillo».
Pero, según el director de Ferrari, es más complicado «optimizar el rendimiento, porque no debe ser un compromiso, ya que debes tratar de evitar el rebote sacando el máximo provecho del rendimiento del coche, ese podría ser un ejercicio menos fácil».
¿Quién sacará ventaja?
Por tanto, uno de los principales objetivos para los equipos es encontrar el modo de mantener estable la succión a alta velocidad. Y Binotto cree que quien lo consiga antes obtendrá ventaja en las primeras carreras.
«Estoy bastante seguro de que en algún momento el equipo llegará a la solución. ¿Cuánto tiempo tardará? Los que lleguen antes tendrán una ventaja al comienzo de la temporada», reconoce Binotto.
«Algunos elementos no son fáciles de evaluar en el túnel de viento y el simulador, y todos nos enfrentamos al mismo problema. El mayor problema no es solucionarlo, sino ser eficiente. La rapidez con la que el equipo reaccionará será la clave para las primeras carreras», concluye.
Vía Motor.es
Y ya lo decían nuestras abuelas, los experimentos con gaseosa. No puedes meter una cosa de este calibre de un año para otro sin dejar que lo puedan probar bastante, al menos durante todo el invierno.