Aceptando que el ‘riesgo cero’ no existe
El nuevo milenio empezaba con dos graves accidentes, pero no en la pista, sino fuera de ella. Dos comisarios perdieron la vida a causas del desprendimiento de las piezas de los monoplazas accidentados. Debido a esto, la FIA decidió aplicar en el 2002 fijadores en las ruedas y una nueva ampliación de los retrovisores.
También fue en el 2002 cuando se prohibieron las famosas órdenes de equipo, daban una muy mala imagen a la competición, todo y esta prohibición, los equipos continuaron con dichas órdenes, pero comunicándolas de manera más sutil.
Todo y esta prohibición, los equipos continuaron emitiéndolas, como se vio muy claro en el famoso ‘Crashgate’ o en el ‘Fernando is faster than you’. La FIA, al ver que los equipos no seguían sus normas, decidieron quitarla y las órdenes de equipo volvieron a ser legales en el 2011. Misión fallida de la FIA.
En el 2003 se implantó el HANS (Head and neck support), un importante avance para la competición que, aunque tuvo muchos detractores en su implantación (como pasaría más tarde con el Halo), hoy en día es una pieza clave e indispensable en todas las competiciones reguladas por la FIA.
Metidos ya en el magnífico 2005, la competición decidió limitar la amplitud del difusor posterior, como una nueva manera de reducir de nuevo la velocidad a la que pudieran llegar los monoplazas. También se fueron adaptando las protecciones laterales de las cabinas, que habían sufrido serios impactos en diversos circuitos. Con todas estas mejoras realizadas, la Fórmula 1 y la FIA necesitaban comprobar si todo ese trabajo, si todo ese esfuerzo había supuesto una mejora para su competición. Una de las respuestas las consiguió en el GP de Canadá del 2007.
El fuerte accidente que sufrió el polaco Robert Kubica, que solo sufrió una leve lesión el tobillo, demostró a la FIA que todas las medidas que tomaron resultaron efectivas. Si Kubica hubiera sufrido este accidente 10 o 15 años antes seguramente, no hubiera corrido la misma suerte. Otra prueba que hizo ver a la F1 que iban por el buen camino fue con el accidente de Felipe Massa en la clasificación del GP de Hungría, donde el brasileño recibió un fuerte impacto de una pieza perdida del Brawn GP de Rubens Barrichello. Massa tuvo que ser ingresado de urgencia, que gracias a una rápida actuación de los servicios médicos consiguieron reducir el trauma facial que sufrió el piloto.
Pero los cambios no solo llegaron a los pilotos, sino también a las pistas donde estos pilotos corrían. Aquí cabe destacar un nombre, el de Hermann Tilke, el diseñador oficial de la Fórmula 1, creador de circuitos como Sepang, Sakhir, Estambul, Marina Bay o incluso el urbano de Valencia. Tilke comenzó a implantar las escapatorias de asfalto, y no de grava o hierba como hasta ahora, y las famosas barreras de protección TecPro.
Y cuando todo parecía seguro, cuando parecía que todo estaba hecho, la FIA, la Fórmula 1 y todos los que amamos este deporte recibimos un jarro de agua fría. Sí, estoy hablando del fatídico Gran Premio de Japón de 2014. El fuerte accidente sufrido por el piloto francés hizo que la FIA se pusiera las pilas, y así lo hizo, quizás tarde, pero las circunstancias obligaban a reaccionar. En el 2015 se implanta el Virtual Safety Car y empiezan las investigaciones para mejorar la seguridad de los pilotos en la zona de la cabeza, de aquí surgió el proyecto del famoso Halo.
Este sistema, después de algunos años de prueba, se implantó en los monoplazas en la temporada 2018. Al principio surgieron varios detractores, asegurando que la visibilidad se reduciría y la conducción sería mucho más peligrosa. El tiempo a acabando dando la razón a la FIA, y no hace falta tirar la vista muy atrás (a lo mejor a día de hoy estaríamos llorando el fallecimiento de bastantes pilotos, sino fuera por estas medidas), claros ejemplos son el accidente entre Verstappen y Hamilton en Monza 2021 o el grave accidente de Zhou en Silverstone 2022.
Y todo esto ha sido lo que la FIA y la Fórmula 1 han ido evolucionando a lo largo de sus más de 70 años de existencia, un campeonato que, no lo neguemos, ha aprendido a base de golpes, pero que siempre ha sabido reaccionar a los contratiempos, marcando la pauta de la seguridad en el resto de competiciones automovilísticas. Todos debemos de aceptar que el ‘riesgo cero’ nunca va a existir, y no todo lo podemos controlar, pero aquello en lo que la FIA pueda hacer algo para reducir a la más mínima posibilidad de morir en esta competición, estoy seguro de que tomaran partido.
Por si te lo perdiste; La evolución de la seguridad en la Fórmula 1, Parte 2
Vía: Jaume ‘Jymmy’ Camerino
Fotos: eldebate.com, elperiodico.com
Vídeo: Revista Coche
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Buenísimo, mejor que muchos artículos de «profesionales de la información»
Un inciso, donde has puesto «Si Kubica hubiera sufrido este accidente 10 o 15 años más tarde seguramente, no hubiera corrido la misma suerte», creo que querías poner, en vez de «más tarde», «antes».
Muchísimas gracias Antonio! De corazón te lo digo. Lo de Kubica ya lo he corregido, gracias de nuevo!