• mar. Oct 8th, 2024

Algún día tenía que llegar

Fernando Alonso y Carlos Sainz ya llevan casi una década juntos en la Fórmula 1 y algún día tenía que llegar el primer pique serio entre ambos. Ocurrió en la carrera esprint del Gran Premio de China y ambos salieron mal parados.

Los pilotos españoles se calentaron cuando aspiraban al podio, más comedidos en los micrófonos, aunque sin evitar dejar de reflejar entre líneas el mosqueo recíproco. El madrileño también se las tendría después con su compañero Charles Leclerc, quien pagó las consecuencias del duelo entre los dos españoles, aunque la sangre no llegó al río entre los pilotos de Ferrari.

Al terminar la carrera, los dos pilotos fueron llamados ante los comisarios, que sancionaron a Fernando Alonso con diez segundos de penalización -irrelevantes ante su abandono- y con tres puntos más de carnet, a sumar a los acumulados en Australia.

La corta prueba dejó también algunas plantillas para visualizar los factores que dominan la presente temporada, con una aplastante victoria de Max Verstappen, anticipo de lo que espera el domingo.

Tras los entrenamientos clasificatorios posteriores, sin embargo, la tercera posición de Alonso le da unas opciones inesperadas, mientras que la séptima de Sainz no cubría las expectativas iniciales para Ferrari, aunque el madrileño se recuperaba milagrosamente tras un espectacular trompo en el Q2.

Verstappen, con el codo en la ventanilla

La caótica sesión clasificatoria dejó varios monoplazas fuera de posición, factor que animó la carrera. En la primera curva, ya se había autoeliminado Lando Norris con una delicada defensa por el exterior frente a Lewis Hamilton que le llevó fuera de la pista.

En tercera posición, Verstappen sufría con Sainz en los primeros compases por problemas con la batería. El madrileño intentó el adelantamiento en varias ocasiones, sin éxito. Pero cuando el neerlandés resolvió la cuestión en el volante, metió la directa y se merendó rápidamente a Fernando Alonso y Lewis Hamilton.

La degradación del Red Bull era de otro mundo, como su ritmo. Primera plantilla, preocupante para el resto del fin de semana e, indirectamente, para la temporada. En 19 vueltas de carrera, casi 14 segundos de ventaja del neerlandés en la meta. Arrancando desde la cuarta posición, y con tres vueltas de calentamiento, Verstappen se dio otro paseo.

Otra plantilla más. La importancia de rodar en aire limpio con estos monoplazas, como confirmó Hamilton, especialmente para quien lo hace por detrás y en grupo, sobre todo intentando buscar ganar posiciones y con trenes DRS. Porque, con estos monoplazas, adelantar sigue siendo una odisea.

A palos entre todos

Tras el portazo de Verstappen y la alegría de Hamilton por detrás, rodaba el grupo de Alonso, Sainz, Pérez y Leclerc. Hasta que llegó el duelo entre los dos españoles. El madrileño no podía pasar en las rectas al asturiano, pues el Aston Martin tenía más punta de la esperada. Hasta que en la vuelta 16 con un lacito de Sainz, que se emparejó con Alonso, ambos juntos durante en las curvas siete y ocho, hasta que el Ferrari superó al monoplaza verde.

Sin embargo, Alonso se revolvió e intentó meterse en la nueve por el interior de una curva en cuya salida solo podía escapar empujando a su compatriota fuera de la pista. Así ocurrió, pero el Ferrari volvió a lo negro y ambos monoplazas se tocaron. La peor parte para Alonso, que pinchaba y tenía que abandonar.

Ambos pagaron un alto precio, porque la refriega fue aprovechada por un Sergio Pérez que ya casi había renunciado a adelantar a ambos, muy justo de neumáticos, como avisaba por la radio. El mexicano se coló en el podio tras el regalo inesperado de sus dos rivales. Aunque para Sainz no habían terminado los problemas.

Vulnerable tras ensuciar sus neumáticos, y perdido el ritmo, el madrileño se vio a merced de Leclerc. En la horquilla, Sainz se salió de la trazada, alargó su frenada y, justo de adherencia, se fue contra su compañero, besando sus respectivos neumáticos traseros. El monegasco se quejó por la radio del exceso de agresividad de Sainz y con motivos. Los comisarios apuntaron el incidente, pero no llegaron a poner contra la pared al madrileño.

Alonso: «Por dentro para no dejarle sitio»

«Lo he disfrutado, porque después de ponernos segundos en la salida pensé que caeríamos muy rápidamente a posiciones más retrasadas, pero nos mantuvimos ahí. Íbamos quizás pidiendo a los neumáticos más de lo necesario para mantener nuestro ritmo y empujamos al máximo, y al final no teníamos más ruedas». Acabada la prueba, se esperaba con interés la visión de Alonso y Sainz sobre ese harakiri hispano.

«No teníamos muchos neumáticos ya. Dimos la curva siete emparejados, luego la ocho me intenté quedar por fuera, él abrió la trazada para no dejarme sitio», explicaba Alonso sobre su duelo con Sainz, dejando en el aire cierto aire de revancha en su último e infructuoso intento de recuperar la posición.

«Así que en la nueve hice lo mismo que él en la ocho, tirarme por dentro para no dejarle sitio por la trazada. En la ocho me abrí para no tocarnos, en la nueve él no se abrió, así que nos tocamos… Al final, me llevé la peor parte, porque tuve que retirarme, pero no duele mucho porque hubiera sido un punto o dos, así que bien por esa parte», explicaba Alonso.

Sainz: «Un movimiento un tanto optimista»

Sainz se quejaba también de haber usado de más el neumático al principio y tenía una visión ligeramente diferente, aunque coincidente en la intención del asturiano. «Aquí nadie está contento, porque en las tres primeras vueltas he intentado pasar a Max. Sabía que, si le pasaba, podía intentar ganar. Me la he jugado y he desgastado demasiado el neumático«.

«Luego, me lo he guardado detrás de Fernando, he atacado y he podido pasar bien. Después creo que ha hecho un movimiento un tanto optimista para devolvérmela, que le ha costado la carrera a él y a mí, porque he cogido bastantes daños. A partir de ahí, me he ido para atrás. Es una pena, podíamos haber luchado por el podio sin ese incidente, pero son las carreras, es lo que hay».

Sainz también se disculpó de su defensa frente a Leclerc. «Tuve daños y mucha suciedad en mis neumáticos debido a ese movimiento optimista (de Alonso). A partir de ahí, me fui deslizando con daños en el coche y suciedad en mis neumáticos», se disculpaba Sainz. «Estaba haciendo todo lo que podía para defenderme mientras iba deslizándome, así que tal vez tuve un momento con Charles, pero me disculpo si hice algo por encima del límite. Todos corrimos muy duro e intentaba todo lo posible para mantenerlo bajo control».

De Javier Rubio para el Confidencial.com

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