La hipótesis del bloqueo en la dirección fue confirmada por Alonso
Lo más sorprendente de esta historia no ha sido la causa del accidente, que parecía evidente desde la tarde del domingo 22, sino toda la porquería que se ha hablado en torno a él. Es cierto que las contradictorias informaciones dadas inmediatamente después del accidente se prestaban a ello, y que McLaren tampoco aportó luz, sino todo lo contrario. Pero la sensación que queda es que muchos parecían preferir que hubiera sido Fernando el que se desmayara en el coche antes del impacto contra el muro.
Eso se constata en el ambiente de cierta prensa, que parece querer pasar factura al español por hablar como lo hace, sin paños calientes. Fernando en su trayectoria deportiva se ha caracterizado por decir lo que pensaba, fuera a favor, o en contra del equipo: que cada palo aguante su vela. En esta ocasión no iba a ser menos. No tenía por qué cargar con la pesada losa de que se dejara en el aire si le dio o no un vahído antes del accidente.
Más fácil, y en McLaren les hubiera encantado, haber dicho que no se acordaba de nada, pero en Malasia, en la misma sala de prensa donde en 2003 gastaba bromas a Schumacher tras su primera pole, Alonso fue una vez más él mismo y dejó a todos callados.
A partir de ese momento, el pupitre de MARCA en Sepang se convirtió en centro de peregrinación de bastante prensa internacional a la búsqueda de la explicación del accidente. Esas fotos en las que se veía el ángulo de dirección. Sabían de ellas, pero hasta el jueves no parecían tener valor.
No es un desprestigio que se averíe la dirección. El coche puede tener los sensores que quiera, pero al final el que lo conduce es el piloto, y si la dirección se bloquea, se bloquea.
A la vista ha quedado que los ingenieros no lo tienen todo en sus ordenadores, a veces hay que ir a la pista a ver la realidad que se les escapa tras las pantallas. Está claro que todo no está tras la pantalla. Eso se lo pueden preguntar a Verstappen, que se fue con Tost en Montmeló a ver 'in situ' cómo rodaba Sainz.
Vía Marca.com