«Tras la primera parada, tuvimos un problema que nos obligó a reducir el rendimiento del coche», explicaba Marcin Budkowski, director técnico de Alpone sin detallar a qué se debió la pérdida de prestaciones, que se hizo muy evidente a partir de la vuelta 20. Al parecer fue un problema en la batería y, por lo tanto en la entrega de la parte eléctrica del potencial, lo que después del primer ‘stint’ de carrera provocó que el asturiano fuera perdiendo posiciones.
La primera parte, hasta la vuelta 12 (primera parada para dejar los blandos y colocar los medios) había sido incluso brillante para el español, que adelantó a Carlos Sainz y luego estuvo a punto, en la resalida tras el coche de seguridad (Mazepin vuelta 3) de superar al McLaren de Ricciardo. En esa fase el MCL35M del australiano ni siquiera se despegaba del todo del español.
El plástico en el conducto de freno
Pero fue un envoltorio de un sandwich, que se coló en la tobera de aireación del freno trasero, el que provocó un problema de seguridad grave originando el sobrecalentamiento del sistema y dejando a Alonso vendido en las frenadas, con el consiguiente peligro para la integridad del coche y el piloto.
«Después de la segunda parada, (vuelta 26) un envoltorio de un sándwich quedó atascado en los conductos de freno traseros, provocando altas temperaturas y dañando el sistema de frenado, decidiendo retirarnos por motivos de seguridad. Fue una pena, teniendo en cuenta lo sólido que se estaba mostrando Fernando hasta ese momento«, explicaba Budkowski, como portavoz de Alpine en la primera cita del año.
Vía Marca.com
Eso si que es mala suerte, que se te cuele un papel en la entrada de refrigeración creo yo que debe tener un porcentaje de aciertos menor que la primitiva.
A ver si se recuperan para las próximas carreras, no estaría mal verlo batiéndose el cobre con los de delante.