Pole de Leclerc en casa de la Scuderia por delante de Verstappen y Sainz, dos penalizados. Alonso no marcó tiempo en la Q3
La amenaza la personifica Verstappen, a solo décima y media del F1-75 en el teórico punto débil de Red Bull, la clasificación, si es que se le puede llamar así. El ritmo de carrera de Max fue superior el viernes y sus cinco puestos de castigo (que pueden ser tres en realidad) serán un mero trámite para luchar por la victoria. Tras el neerlandés, descontando a los castigados, partirán Russell, Norris y Ricciardo. Esos puestos de privilegio pudieron ser para Alonso, quien podía haberse beneficiado de las sanciones, pero no marcó tiempo en la Q3 por ‘track limits’, y por una vuelta abortada en el primer intento, y se debió conformar con el 10º puesto que se convertirá igualmente en un séptimo.
De Vries, ‘rookie’ en el top-10
Mención aparte merece uno de los héroes sin capa de la jornada, Nyck de Vries, holandés de 27 años que por la mañana se enteró de que pilotaría el Williams por apendicitis de Albon. Tuvo doble suerte, porque casualmente el reserva de Mercedes y excampeón de la Fórmula E había completado los primeros entrenamientos de Italia con Aston Martin. Pero vio, salió y cumplió: clasificó 13º, dentro de la Q2; mejoró a su compañero, Latifi, con apenas una hora de experiencia en el FW44, y evidenció que los pilotos de pago cada vez tienen menos sitio en esta Fórmula 1. Tendrá premio, saldrá desde el top-10 gracias al baile de penalizaciones. Y tiene la oportunidad de su vida para ganarse un volante de 2023.
Vía As.com