Brawn asegura que no permitirá que se gane… como hizo él mismo en 2009
Ross Brawn, ahora jerifalte deportivo de Liberty y de la Fórmula 1, sabe bien de lo que habla, y de lo que legisla. En 2009 aprovechó una laguna en el reglamento para sacarse un doble difusor que convirtió a su propio equipo Brawn (edificado sobre las cenizas de Honda) en campeón del mundo de la noche a la mañana.
Ahora trabaja en el enemigo, en el legislador de la F1, y avisa que el reglamento de 2021 no permitirá ni listos, ni equipos con una jauría de abogados analizando las comas del reglamento. Y si alguno lo logra, se podrá legislar en contra de una carrera a otra, lo que no ocurre ahora.
«En el pasado todos los equipos deben acordar hacer un cambio en el reglamento sobre la marcha, pero estamos impulsando hacer cambios en mucho menos tiempo», afirma Brawn, uno de los héroes de los cinco títulos de Michael Schumacher en Ferrari, en la web oficial del campeonato.
«Si explotas una escapatoria reglamentaria en el futuro, puede ser cerrada en la siguiente carrera. Con mi difusor en 2009, había tres equipos que lo tenían, por lo que sí que continuaría, pero si un equipo destaca con una solución que nunca se ha concebido, y nunca se ha imaginado, y destruye todo principio de lo que se intenta hacer, la F1 permitiría, con el apoyo suficiente de los otros equipos, detenerlo. Esta es una filosofía completamente diferente», afirma Ross, que reconoce que lo de 2009 no encajaría igualmente con la idea de 2021.
«Lo que no queremos, y lo digo con cierta hipocresía, es que que se gane un campeonato debido a la laguna legal»
«Si has encontrado un vacío en el reglamento y apareces en la primera carrera, la FIA dice: ‘Lo siento, amigo, vamos a celebrar una reunión ahora y si todos están de acuerdo, aparte de usted, lo detendremos».
Brawn asegura que trata de evitar que se «corrompa el principio» de las nuevas reglas y que lo que surja sea el ingenio dentro de las normas, no alrededor. «Si a alguien se le ocurre algo que fue un juego de palabras, o alguna interpretación que nunca fue intencionada, eso corrompe completamente el principio. No tenemos elección, o convivir un año sin que haya competición, o solucionarlo y que la competencia vuelva a donde está».
«¿Te arriesgarías a entrar en el campeonato con una interpretación arriesgada si sabes que se puede detener? Tienen que confiar en nosotros, no vamos a penalizar a alguien que tenga una gran idea. ¿Pero es una gran idea el hecho de que alguien ponga una coma en el lugar equivocado de las normas y que un abogado pueda interpretarlas de una manera diversa? No creo que lo sea».
Vía Marca.com
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