El alemán ganó la carrera de principio a fin con Ricciardo segundo y el inglés tercero saliendo penúltimo. El asturiano terminó séptimo y ganó 14 puestos
En la parrilla atrás del todo, dos genios: Alonso y Hamilton. Se da la salida, Nico Rosberg sale bien, limpio y tranquilo con el objetivo claro, pero detrás un joven holandés nacido en Bélgica se queda parado, le pasan los dos Ferrari, pero Max Verstappen… no está dispuesto a dejar la ocasión de estar delante con Spa lleno de banderas con su nombre, se tira por el interior toca a Kimi Raikkonen y el finlandés a Sebastian Vettel. El hambre provoca que el niño vaya más allá del límite, piloto necesario. Por detrás llega uno que podría haber ocupado su puesto dando una lección de pilotaje: Carlos Sainz que partía 15º se pone séptimo en una vuelta. Impresiona. Mensaje enviado a quien lo quiere recibir y con el coche más lento.Pero… vuelve la vida. Y el madrileño pincha su Toro Rosso con la pista llena de suciedad, quizá del alerón de su antiguo compañero y controla como puede su coche, pero debe abandonar. Del cielo al suelo en un instante.
En ese momento Rosberg es primero con Hulkenberg segundo y Ricciardo tercero. Van cuatro vueltas, safety car virtual en pista y entonces Kevin Magnussen se estrella con su Renault al final de Eau Rouge, tremendo choque del que el piloto sale ileso finalmente. Coche de seguridad, grúas en la pista, los pilotos entran a cambiar gomas, todos menos tres: Rosberg, Alonso y Hamilton. En ese momento en el que el asturiano se pone cuarto y el británico quinto, los dos pilotos que salían 21º y 22º. Recuperando la gloria, el viento de Spa.
Pero finalmente sacan bandera roja. Y todo vuelve a empezar. Alonso sale con el coraje subido, pero intenta un imposible, pasar a Hulkenberg y ponerse tercero en puestos de podio. No lo consigue. Y en cuanto puede, en un par de vueltas, Hamilton lo adelanta sin problemas con su Mercedes. Por delante Rosberg sigue primero con Ricciardo tras él. Alonso es quinto aguantando a Massa, Pérez… y rodando medio segundo más lento que el líder. No está mal. Pero ir hacia arriba sigue siendo una utopía, mientras su enemigo íntimo se pone tercero al pasar a Hulkenberg. Se pone a seis segundos de Ricciardo, siguiente ratoncillo del halcón inglés, su compañero Rosberg a nueve segundos, ¿Llegaría Hamilton?
No todo iba a ser perfecto en el reino de Lewis. En la parada en boxes hace rodar los neumáticos antes de tiempo y pierde unos segundos valiosos, pero al final sigue tercero. Y Alonso entra a cambiar y en el pit lane lucha con Hulkenberg al límite,se tocan, pero finalmente el alemán hace valer su motor Mercedes en la salida. Quinto y sexto en ese momento respectivamente, cuarto y quinto cuando entra Checo Pérez.
Más atrás Verstappen sigue tocándose con unos y otros: Raikkonen, Checo, Vettel… y se pone octavo adelantando al tetracampeón. Recta. DRS. Y por delante Alonso luchando donde nadie más que él podría, aguantando a coches con más de sesenta caballos que el suyo, motores Mercedes de Williams o Force India, Massa y Checo en un circuito en el que se va el 65% de la vuelta a fondo. Con el mejicano no podrá. Y baja al sexto puesto.
Quedan quince vueltas, las que le sobraron a Alonso para la hazaña imposible.Por detrás llega Vettel con el Ferrari que pasa a Massa, pero recupera el brasileño, Fernando tiene casi imposible aguantar. Y le pasa Seb, en plena recta. Puro motor. Y a Hamilton le ponen los neumáticos medios para llegar al final. Es cuarto. Quería los superblandos, pero no. Tiene que recuperar el podio y lo hace. Pasa a Hulkenberg. La victoria lejos. La lógica existe, incluso en la F1.
¿También para Fernando Alonso? Su coche desgasta demasiado los neumáticos y por eso apenas puede sostener su coche. Cuando Rosberg entra ganador, Ricciardo segundo y Hamilton en el podioo, remontada total, entra Alonso… séptimo, 15 puestos de remontada. Grande. "Esta siendo un buen fin de semana", decía. Como vuelva de verdad…
Vía As.com