El alternador, que ya se averió en Valencia, es la fisura por la que se les puede escapar el Mundial
La segunda rotura del alternador en lo que va de temporada ha abierto la caja de los truenos en Red Bull, que ayer, a través de su director Christian Horner, aseguró que en Renault se tienen que poner a trabajar duro para evitar que una nueva avería así les pueda arruinar la temporada.
En Monza, el monoplaza de Sebastian Vettel tuvo que pararse en plena recta de meta, obligado por el equipo técnico presente en el muro, para que el coche no reventara el motor por el excesivo sobrecalentamiento. "¡Para el coche, páralo ya!", le exhortaron por radio a Sebastian.
Esta incidencia, que ya le costó un buen saco de puntos al campeón alemán en la carrera de Valencia, durante el Gran Premio de Europa, cuando se fundió el alternador mientras circulaba en primera posición detrás del coche de seguridad, se repitió en Italia, donde las altas temperaturas también afectaron severamente al motor del Red Bull, que sufre en exceso.
"Lo importante es que necesitamos rectificar los fallos", admitió Horner, que no veía abandonar a sus dos monoplazas desde el pasado Gran Premio de Corea de 2010. "Los abandonos nos han costado muy caro y no lo hacíamos desde 2010, curiosamente en un día en el que también rompimos motor", añadió.
"No podemos permitirnos el lujo de no terminar", continuó el responsable de Red Bull. "Con siete carreras para el final tenemos que darlo todo. Hay un montón de carreras por hacer y somos un equipo fuerte", dijo.
El punto flaco
Y reconoció que Italia fue un mal trago: "Monza, desafortunadamente, ha expuesto nuestra debilidad. Esperamos ser más competitivos en Singapur pero, como hemos visto, en 2012 no hay garantías". No le falta razón. Y menos en Singapur, donde el calor predominante y la dureza de una pista muy exigente podría ser el peor enemigo para los toros rojos.
Vía Marca.com