Christian Horner, jefe de Red Bull, usó el humor para atacar a los franceses que con el doble abandono de Bahréin evitaron el podio de Verstappen
El holandés tenía en su punto de mira al Ferrari de Charles Leclerc lastrado por un problema en un cilindro y el adelantamiento era inevitable. Sólo el doble suceso de los monoplazas franceses lo evitó al salir el coche de seguridad que acompañó a los pilotos hasta la meta. El máximo responsable de los energéticos tiró de sarcasmo para criticar a su antiguo proveedor de motores. «Que el motor Renault estallara no nos ayudó a llegar al podio. Es irónico, ¿no? El motor Renault nos molesta dentro y fuera del coche», aseguraba el británico a ‘ESPN’.
Vía As.com