• jue. Abr 18th, 2024

¿A qué entró Fernando Alonso en Red Bull?

El sábado estuvo en el ‘motorhome’ rival en Spa. Iba a firmar una camiseta de Ferrari al hijo de su amigo Paul Monaghan

1401447232_099384_1401447324_doscolumnas_normal[1]Marco Mattiacci lo reitera cada fin de semana: Fernando Alonso y Kimi Raikkonen seguirán siendo sus pilotos en 2015. Sin embargo, algunos medios quieren confirmar una noticia que no es tal y le preguntaron de nuevo al jefe de la Scuderia si en Monza (5-7 de septiembre), como es tradicional, se hará oficial la formación de pilotos de Ferrari para el próximo año.

"Si quieres te los confirmo ya. Ambos tienen contrato y no hay mucho que decir al respecto, que contamos con los dos y que son los dos mejores pilotos para nosotros", afirmó el directivo romano.

La historia de la renovación empieza a cansar a Fernando a estas alturas, tras tres meses de insistencia sobre el asunto. Parece que es una obligación comprometerse hasta 2019 con un equipo del que desconoce si va, o no, a remontar el vuelo con sus próximos coches. De momento, aún le restan, si decide no renovar, 47 carreras vestido de rojo, un compromiso más que extenso como para meterle prisa.

Revuelo en Italia
Un pasaje sucedido el sábado en el paddock de Spa causó bastante revuelo entre los medios transalpinos. Fernando, acompañado de su mánager, entró sobre las 18.30 horas en el chiringuito de la escudería austríaca. Iban acompañando a Paul Monagham, el que fuera ingeniero de pista del asturiano en Renault y que hoy es uno de los ingenieros jefes en la casa radicada en Milton Keynes.

Al parecer, el hijo de Paul, al que Fernando conoce desde muy pequeño, ha aprobado la selectividad y quería como regalo una camiseta de Ferrari firmada por Fernando. Eso, y un café posterior, dispararon las alarmas en las televisiones. No hay nada como una escena de este tipo para que a todo el mundo se le pongan las orejas tiesas.

Nada es irrelevante en F1
Es demasiado evidente ir a hablar de futuro a ojos vista de todo el paddock, cuando se puede concertar una cita a miles de kilómetros de distancia, pero en un mundo tan retorcido como este, se le atribuye una intencionalidad. El año pasado, de ir a probar un coche a Maranello, Kimi Räikkönen regresó de pronto al equipo del que fue despedido en 2009.

Y es cierto que Fernando pudo haberla evitado y mandar a un emisario a que recogiera la camiseta para estampar su firma, pero no quiso. Quiere demostrar que es libre para ir y venir adonde le plazca y cuando le venga en gana. No por el hecho de tener un contrato en vigor va a tener que dejar de hablar con gente de otros equipos.

Puede que renueve o que no, pero su mentalidad es la de que alguien como él, que podría ser apetecible para cualquiera de los grandes, debe estar permanentemente en el mercado. De igual forma, Mattiacci habla con Hamilton o con quien le apetece durante el transcurso de algún gran premio de este año.

Pero por el momento y salvo cataclismo encadenado, no parece que Fernando, Vettel o Hamilton vayan a moverse de sus actuales puestos. La revolución puede que espere hasta el final de 2015.

Alonso llegando al circuito de Spa-Francorchamps / RV. RACINGPRESS

Vía Marca.com

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