Arvid Lindblad intentó asaltar el liderato en las últimas vueltas, pero sin éxito

Jak Crawford se llevó la victoria en la primera carrera del fin de semana en Imola con autoridad. El piloto estadounidense supo mantener la calma incluso cuando Arvid Lindblad intentó presionarle en los compases más intensos de la prueba. Con esta, ya suma tres victorias en Fórmula 2. Para Pepe Martí, en cambio, la jornada fue cuesta arriba desde el principio: terminó 15º, en una cita marcada por el abandono del líder del campeonato, Richard Verschoor, con quien compartía posición en pista tras una clasificación caótica condicionada por la bandera roja del viernes.
El sistema de parrilla invertida situó a Ritomo Miyata en la pole para la sprint race. Varios pilotos se vieron beneficiados por el accidente de Kush Maini, que puso fin antes de tiempo a la sesión cronometrada. Dino Beganovic fue uno de ellos, asegurando la pole para la carrera larga del domingo. Por delante, 25 vueltas prometían emociones fuertes. No era el caso de Martí, que partía desde la undécima plaza tras no poder cerrar una vuelta competitiva en la qualy. Y en un circuito como el Autodromo Enzo e Dino Ferrari, donde adelantar es tarea ardua, eso ya presagiaba un sábado complicado para el catalán.
En la salida, Crawford reaccionó con reflejos y decisión. Apenas unos metros después de apagarse los semáforos, ya lideraba la prueba tras superar sin oposición a Miyata antes de llegar a Tamburello. Arvid Lindblad también arrancó con fuerza. En cambio, Pepe Martí no tuvo la misma fortuna. A pesar de un buen inicio, el piloto de Campos Racing perdió ritmo rápidamente y se vio superado por varios rivales. Poco después, protagonizó una salida de pista junto a Gabriele Minì, que lo relegó hasta la 17ª plaza.
Mientras la lucha por el podio se desarrollaba sin grandes sobresaltos, Martí y Verschoor, los dos principales aspirantes al título, rodaban juntos en la zona media-baja de la parrilla, sin opciones reales de puntuar. El español logró mantenerse pegado al neerlandés, incluso por debajo del medio segundo, pero ambos se encontraban en tierra de nadie.
En cabeza, las diferencias eran mínimas. Tras siete vueltas, apenas 1,3 segundos separaban a Crawford, Lindblad y Miyata. Fue en la vuelta 12 cuando Lindblad atacó y logró deshacerse del japonés. Ya con aire limpio, empezó a recortar terreno al líder, aunque sin llegar a inquietarle seriamente.
Luke Browning fue el encargado de apartar a Miyata del podio en la vuelta 14, y poco después su compañero en ART, Victor Martins, también dio cuenta del piloto de Toyota. Sin DRS para defenderse, Miyata se convirtió en una presa fácil. La experiencia de Martins marcó la diferencia en ese duelo.
Por detrás, Martí seguía de cerca a Verschoor. Cuando el neerlandés adelantó a Esterson, el de Campos imitó su movimiento para escalar a la 16ª plaza. Sin puntos en juego, la batalla entre ambos era más psicológica que deportiva, pero el catalán no cedía terreno.
La sprint en Imola dejó claras varias cosas: la victoria de Crawford nunca estuvo realmente en entredicho, y los neumáticos comenzaron a mostrar con claridad el punto crítico de desgaste, un dato clave de cara a la carrera del domingo.