El fin de semana del Gran Premio de San Marino de 1994 ambos perdieron la vida
En 2024 se cumplen 30 años del fallecimiento de Ayrton Senna y Roland Ratzenberger durante el Gran Premio de San Marino de 1994. En conmemoración a esta fecha, el Gran Premio de Emilia-Romaña de este año en Imola tendrá un tinte especial, en recuerdo de los dos pilotos que perdieron la vida.
El GP de San Marino de 1994 está marcado en el calendario como una de las citas más trágicas de la historia del automovilismo. Ratzenberger perdió la vida en su tercer fin de semana de competición y Senna, apenas un día después, y ya como tricampeón del mundo, no pudo superar las heridas causadas por un accidente, cuando lideraba la carrera con Williams. Después de eso, tanto la curva Villeneuve como Tamburello terminaron siendo reformadas para aumentar la seguridad.
Como homenaje a ambos, hay varias señales en las que se les recuerdan. En la horquilla de Tosa se erige un monumento a Ratzenberger, mientras que al otro lado de la pista, en Tamburello, hay una estatua de Senna. Pero habrá más que eso en un año. que también será especial para toda la región. El año pasado, el GP tuvo que cancelarse por unas lluvias torrenciales que cayeron en la región. Hubo varios fallecidos y miles de personas tuvieron que ser desplazados de su casa. Una pesadilla de la que están despertando poco a poco, con la llegada de la F1 en el horizonte.
«Como región, deseábamos fervientemente el regreso de la Fórmula 1 a Imola, un acontecimiento central en el riquísimo calendario de eventos deportivos de Emilia-Romaña», ha explicado Stefano Bonaccini, presidente de la región. «Este año, el Gran Premio se enriquece con otros profundos significados: el recuerdo de un campeón tan querido como Ayrton Senna y una fuerte señal de reinicio en la Romaña golpeada por la inundación», ha añadido.
Imola marcó el inicio del aumento de la seguridad en los circuitos. Hubo muchas mejoras en elementos para salvaguardar la integridad de los pilotos, ya no sólo en los trazados, sino también en los propios monoplazas. La FIA empezó a controlar más el desarrollo de los F1, para que pudiesen mantenerse mucho más protegidos en el coche, sin reducir significativamente la velocidad.
Vía SoyMotor.com
Foto