Pietro Fittipaldi, que tuvo un gravísimo accidente en 2018, sustituye al francés y devolverá a Brasil a la F1
«Mi mano derecha esta mañana. La felicidad que tuve cuando me dijeron que ya no necesitaba el vendaje completo y que podía usar mi dedo fue enorme. Casi lloro. Una victoria en mi camino hacia la recuperación», ha escrito Romain antes de abandonar la clínica ubicada en el golfo Pérsico. Su objetivo ahora es intentar volver una semana más tarde, en el GP de Abu Dhabi, para despedirse en la pista de la Fórmula 1.
My right hand this morning. The happiness I had when I was told that I didn't need the full dressing anymore and could use my finger was huge. Almost cried. A victory on my way to recovery pic.twitter.com/QuZojM1mZe
— Romain Grosjean (@RGrosjean) December 2, 2020
Curiosamente, el nieto de Emerson Fittipaldi tiene la superlicencia porque su gravísimo accidente de 2018, en la clasificación de las 6 Horas de Spa-Francorchamps, le mantuvo meses sin competir mientras se recuperaba de fracturas en las dos piernas, lo que la FIA ha tenido en cuenta a la hora de sumar sus puntos. Con 24 años, devolverá a Brasil a la parrilla de la F1, no hay un piloto de este país con tanta tradición desde Massa, en 2017.
«Mi meta es ser piloto de Fórmula 1 algún día. Corriendo, no sólo probando, y eso es lo que voy a intentar a partir de ahora», confesó el brasileño a AS cuando fue designado piloto de test de Haas. Ahora tendrá una oportunidad, aunque el futuro del equipo norteamericano parece claro: Mick Schumacher será uno de los pilotos y su debut no se ha adelantado porque tiene que disputar las últimas dos carreras de la F2 que puede ganar. Otra cosa sería si Grosjean no corriera en Yas Marina, porque entonces el hijo del Kaiser ya estará libre. El otro piloto debe ser Nikita Mazepin, ruso de clase adinerada que dará oxígeno al equipo a través de la cuenta corriente.
Vía As.com