Reflexiones; Lo que ha dado de sí la imagen de Fernando Alonso tumbado en la hamaca

Para algunos, ver a Ferrari y Mercedes bañarse en champán mientras él se conformaba con hacer un chiste de sí mismo fue un momento rocambolesco. De algún modo, se estaba exponiendo otra vez a ser motivo de burla, más del que ya arrastra tras 11 años sin ganar un título. Pero el trasfondo de la historia esconde a un Alonso relajado que empieza a ganarse a la afición con estos gestos de simpatía. «Cuando he visto esta mañana el mural, les he dicho a los aficionados que contaran conmigo si podía colaborar con ellos». Podría haberse resignado, pero Alonso decidió reírse de sí mismo… y hacer reír a todos.

La hamaca, el ejemplo del ‘nuevo’ Alonso

A Liberty le salió redonda la imagen de Alonso dentro de su estrategia de hacer la Fórmula 1 más cercana al público, pero lo cierto es que el asturiano lleva ya tiempo usando la anécdota de la hamaca en clave de humor. Lanzó hace poco una aplicación con emoticonos donde incluía aquella foto, y hasta McLaren le ha inmortalizado tumbado en su serie de dibujos animados. En el GP de Inglaterra, se paró sonriente a firmarle a un aficionado que trajo una pancarta con la foto de la hamaca. Pero hace pocos años hubiera sido impensable verle tomándose de esta forma la etapa más negra de su carrera.

Las circunstancias han hecho que Alonso tenga ahora una personalidad más tranquila, quizá por no estar expuesto a las tensiones que siempre conlleva la lucha por el título. Se granjeó fama de antipático por su carácter algo frío y cerrado, pero ahora aprovecha cualquier ocasión parar conectar con el público, ya sea en redes sociales o en los circuitos. En Canadá, sin ir más lejos, se subió a saludar a una grada tras otra avería de Honda, y en las 500 Millas de Indianápolis cautivó a todo el mundo con su cercanía. «Gracias por seguirme; no he ganado, pero es que me encanta la leche», decía irónico a la prensa sujetando un cartón de supermercado, y no el de vidrio que se lleva el campeón. Mostró una entereza absoluta pese a no haber ganado, lo mismo que ahora escenifica en la Fórmula 1.

«Alonso es un tío cojonudo, muy cercano, muy buena gente. El que vuelva a decir que es antipático… hace años que no veía un tipo más divertido», fue la definición que le propinó el montañista Jesús Calleja, en cuyo programa de la televisión española mostró una imagen afable que cambió su percepción ante mucha gente del país. La hamaca, de algún modo, es una baza perfecta que utiliza para hacerlo ante el foco de las cámaras.

«Alonso no es ningún actor de comedia»

Una encuesta de 2016 situó a Alonso como el séptimo piloto más antipático de la F1. Sólo tuvo el 4,34% de los votos, a un mundo del 33% que eligió a Max Verstappen y el 30% de Lewis Hamilton. El trofeo al más simpático se lo llevó Jenson Button, que este domingo celebraba así su gesto en Hungría. «¿Cómo se atreve un piloto de F1 a tener personalidad y aportar diversión a un deporte que suele tomarse tan en serio a sí mismo?», le respondía en un tuit a Martin Brundle, que vió en aquella imagen un triste reflejo de cómo está «malgastando su talento» y por qué «ya no le quieren los jefes de equipo».

Y al margen de hacer de deleite para el público, tomarse así este calvario tiene otra lectura: la de una nueva Fórmula 1 que reparte la gloria a sólo dos equipos, y donde uno de sus mejores pilotos se resigna a tomar el sol por no tener un coche competitivo. Reír por no llorar, que cuenta el dicho. Brundle hacía hincapié en esto último. «Probablemente es mejor que esos tres pilotos de arriba, él no es un actor de comedia». Una foto muy sintomática muestra a Vettel con el trofeo de ganador y Alonso tirado debajo en la hamaca. Y entre el público, no eran pocos los que se fijaron más en el componente triste de este momento que en el cómico.

Una estrategia eficaz para su imagen

Pero en realidad, a Alonso le está funcionando bien esta estrategia. Su popularidad ha crecido en cinco puntos desde 2015, sólo superado por Hamilton. «Me sorprende que nadie hable de los que ganan. Es raro; todas las noticias son de Alonso. Luego voy a Indianápolis y sólo hablan de eso. Me halaga que ahora hablen más de mi», contaba hace poco al diario ‘ABC’. De algún modo, maquillar su falta de victorias con gestos y declaraciones que le hagan estar en la picota mediática ha sido una baza inteligente para su imagen. En la tempestad, ha surgido el Fernando cómico y simpático del que siempre ha hablado su círculo más íntimo.

Para la F1, fue un momento álgido ver a Alonso publicitando las vacaciones de verano. Y probablemente también lo fuera para él mismo, que merecía ese breve descanso tras firmar un brillante sexto puesto en la carrera. Si este sencillo gesto ya le ha hecho ganarse el cariño del público, quién sabe qué ocurrirá el día que se suba la hamaca a lo más alto del podio. Conociendo al ‘nuevo’ Alonso, seguro que lo hace. Aunque sea sólo para inmortalizar el momento en que la Fórmula 1 hizo justicia con su talento.

Vía Elconfidencial.com