Las limitaciones en la movilidad y las cuarentenas por la COVID-19 complican el trabajo de los equipos para preparar la nueva temporada
Otro problema al que se enfrentan algunos equipos es el de las limitaciones a la movilidad y las cuarentenas sanitarias. Es el caso, según ha desvelado ‘Auto Motor und Sport’, de la escudería Haas, que ya tiene listo su monoplaza para el próximo Mundial pero sin poder instalar el motor Ferrari ante las dificultades de los ingenieros de la marca italiana para realizar esta tarea en la sede del equipo.
Su base ahora se encuentra en Banbury, Gran Bretaña, y el VF-21 que utilizarán Mick Schumacher y Nikita Mazepin está a punto a faltar de acoplar el motor de origen Ferrari. La caja de cambios y algunos componentes se instalan en Italia por Dallara, pero el montaje de la unidad de potencia debe realizarse en las instalaciones del equipo y por los especialistas de la Scuderia. La dificultad llega porque los ingenieros italianos deberían pasar una cuarentena de dos semanas para entra en Gran Bretaña, algo inasumible en estos momentos y que retrasa en todo caso el desarrollo final del monoplaza.
El propio Guenther Steiner, jefe del equipo, se ve afectado por la situación, tal y como explica: “Ni siquiera yo puedo volar a Inglaterra, tendría que hacer una cuarentena de dos semanas. Solo hay excepciones, para los deportistas, los pilotos sí pueden desplazarse”. Es así como Mick Schumacher estará toda esta semana en Banbury para realizar los ajustes necesarios en el monoplaza (asiento y mandos), mientras que la próxima será el turno para Mazepin. Por desgracia, todo con mucha incertidumbre y no menos inconvenientes.
Vía As.com