Pérez tumba a Leclerc con un podio sufrido de Sainz
El mexicano gana a Ferrari en Singapur. Sainz, sin ritmo, acaba tercero. Alonso se retira por avería. Errores de Verstappen y Hamilton y seis abandonos.
Un diluvio, seis abandonos, otra media docena de accidentes y dos horas de carrera. El propio Hamilton probó los muros y también Verstappen volvió a enseñar su cara más impaciente y errática. Se abrieron los cielos y el GP de Singapur se convirtió en un verdadero sálvese quien pueda del que emergió el mejor Pérez para batir a Leclerc, en la salida y en la carrera, y lograr su segunda victoria de la temporada y la cuarta de su palmarés en la F1. Sainz completó el podio pero estuvo gris, muy lejos del ritmo de los dos de cabeza, incómodo con el tren trasero de un F1-75 difícil. Quizás el Ferrari se dañó levemente en el toque con Lewis, en la salida, pero en cualquier caso el madrileño no encontró el ritmo para luchar por más que el tercer puesto y terminó a casi 15 segundos del mexicano. Demasiado.
La arrancada se retrasó algo más de una hora para que el asfalto no estuviera encharcado y los coches partieron con neumáticos intermedios. Pérez pasó muy fácil a Leclerc, Sainz fue agresivo para superar a Hamilton. Sufrió ‘Mad Max’, era octavo en la parrilla después de quedarse sin gasolina el sábado y perdió varios puestos bajo el semáforo que debió recuperar tirando de clase, pero también de riesgos. Alonso cedió una plaza, a Norris, y se estableció sexto.
El domingo se volvió plomizo en Marina Bay por largo, la carrera completó las dos horas máximas antes que las 61 vueltas, pero no dejaron de suceder cosas. Posiblemente demasiadas. Latifi encerró a Zhou y le rompió la suspensión provocando un doble abandono y el primer coche de seguridad, pero nadie se animó a cambiar neumáticos. El asfalto se seca muy despacio con un 80% de humedad en el ambiente. Para entonces, Max había sido capaz de progresar hasta el séptimo puesto con bonitas pasadas sobre unos cuantos. Curiosamente, se atascó detrás de Fernando, que este domingo celebraba el récord de grandes premios.
Tras cumplirse el primer tercio de la prueba, se rompió el motor del Alpine, otra vez, y Alonso abandonó. Siguió el paso de los coches durante unos minutos desde el guardarraíl en una de esas imágenes de frustración que se ha repetido en más de una ocasión a lo largo de 2022. Poco más tarde abandonaría Ocon en circunstancias similares. Curiosamente, los dos Aston Martin (Stroll 6º, Vettel, 8º) terminaron en los puntos por detrás de ambos McLaren (Norris 4º, Ricciardo 5º). Mal resultado deportivo para la firma de Enstone y más razones para el adiós del español.
El paso a ‘slicks’ y los errores de dos grandes
A mitad de la prueba era el momento de cambiar a gomas de seco, y eso hicieron los de delante. Para entonces Hamilton ya no estaba ahí, se accidentó solo persiguiendo a Sainz y se condenó al tren de los doblados, aunque pudo reemprender la marcha sin daños graves. El choque de Tsunoda forzó otro coche de seguridad que regaló el top-5 a los dos McLaren, los únicos que aún no habían pasado por el ‘pit-lane’. Y en la resalida se precipitó… Verstappen, que aspiraba a ese top-5 cuando se coló, pasadísimo, en un intento de adelantamiento sobre Lando. Al final Max remontó hasta el séptimo puesto tras una bonita pelea con Vettel y Hamilton, tres campeones. Lo lógico es que sentencie el Mundial en Suzuka, puede que en Austin. El desenlace no cambiará.
Delante, Leclerc presionó a Pérez en el último tercio y provocó dos errores leves, bloqueos tímidos en sus Pirelli. Pero pocas cosas habrían hecho a Checo perder los nervios en esta noche loca de Singapur. Aguantó todos los intentos y terminó fabricando una ventaja de 7,5 segundos sobre Charles para cubrir una posible sanción por infracción durante el periodo del coche de seguridad, que por ahora investigan los comisarios. Reventó la pirotecnia al paso de Pérez por la recta de meta. “¡Así se hace al estilo mexicano!”, gritó por la radio a Christian Horner. Cuando falta Max, él está. Sainz completó el podio, lo mejor de su carrera fue el adelantamiento implacable sobre Hamilton. Porque luego tocó sufrir.
Vía As.com
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