Mad Max’ remonta en Miami del noveno al primero sin sudar y bate a Checo a diez vueltas del final. Fernando, tercero. Sainz, sólido, acaba quinto y salva una sanción
No es ya que la salida fuera limpia y la carrera fluida: no hubo una triste bandera amarilla en toda la carrera. La recta de Miami regala los adelantamientos así que no había necesidad de arriesgar. Checo, Alonso y Sainz abrieron poco hueco delante; Leclerc (salía 7º), Verstappen (9º) y Hamilton (13º) tenían que remontar su mala clasificación del sábado. Pero pronto se vio que el Red Bull devoraba posiciones mientras el Ferrari de uno se estancaba en el tren del DRS, y el Mercedes de otro, también. Si esto fuera Le Mans en vez de Miami, uno diría que compiten en diferentes categorías. Para la galería, eso sí, dejó ‘Mad Max’ un doble adelantamiento de genio sobre el propio Charles y Magnussen en la recta de meta.
Alonso recuperó en la pista el ‘undercut’ de Sainz
Verstappen se plantó segundo en la vuelta 15, pasó a Fernando, y puso la directa hacia el liderato. No llegó a alcanzar a Pérez, que paró en la 21. A partir de ahí, pelea de ritmos. El ‘1′ con ruedas usadas, más rápido; el ‘11′ con goma nueva, más lento. Y la carrera, poco a poco, condenada a un desenlace tedioso. Tras ellos, Alonso retrasaba algo su cambio de neumáticos y debía recuperar en la pista el ‘undercut’ de Sainz. Le pasó en la recta de atrás, agresivo, para consolidar un buen tercer puesto que reafirma el nivelazo del Aston Martin. A partir de ahí, el Ferrari empezó a mostrar una degradación atroz. Carlos perdió ritmo y le pasó Russell, que llegaba desde atrás. El madrileño mantuvo el quinto puesto en otro domingo sólido a pesar de una penalización de cinco segundos por pasarse del límite de velocidad en el ‘pit-lane’. Hamilton (6º) no le pilló pero sí a Leclerc (7º). Hasta el Mercedes en uno de sus peores fines de semana tiene más que el SF-23.
El campeón cruzó primero bajo la bandera a cuadros con cinco segundos de margen sobre Checo y extiende su ventaja en el Mundial tras esta remontada que en una videoconsola solo habría podido conseguir en ‘modo fácil’. El público, de mayoría latina y seguidores de Pérez, abucheó al holandés más de lo que aplaudió. Después de ver a tres hispanos liderando la carrera, solo dos de ellos llegaron al podio. Ninguno ganó. Todos los 20 terminaron. Nadie abandonó, nadie rozó un muro, nadie terminó realmente fuera de posición salvo Magnussen para bien (10º) y Stroll para mal (12º). Pero Miami confirmó que este Mundial, más allá de la fanfarria y la brillantina propia de la F1, solo le divierte a Verstappen.
Vía As.com