Muy a pesar de que perdió segundos vitales por culpa de su equipo y sus estrategias
La razón es que el equipo experimentó con dos estrategias diferentes: el español a una parada y el ruso, Daniil Kvyat, a dos. Cuando éste entró por primera vez, en la vuelta 39, para dejar la ultrablandas y montar la superblandas, desde el muro le pidieron a Sainz que se dejase pasar, ya que "él es más rápido ahora y puede pasar a Pérez", dijo su ingeniero.
Podría haber estado mucho más cerca de Checo"
Hubo una aclaración pedida por Carlos, en la que quería que le garantizasen que si no lo conseguía le sería devuelta la octava plaza. Todo el proceso se antoja innecesario, por lo que supone de pérdida de concentración y luego de tiempo en la operación. El domingo, Toro Rosso no le dio a Sainz los galones de primer piloto ganados a pulso en la pista.
"Ha sido una carrera rara. Hemos salido bien, octavos, luego séptimos cuando se ha retirado Grosjean. Hemos hecho la parada, por delante de Checo Pérez, que nos ha pasado volando en la recta y he tenido que jugármela para aguantar la posición, pero era difícil. Luego, he tenido que dejar pasar a mi compañero, porque me lo ha pedido el equipo. Y he acabado octavo atacando a Pérez", resumía Carlos.
"He perdido entre cinco y siete segundos por haberlo dejado pasar. Si no hubiera tenido que hacerlo, Pérez hubiera estado más cerca. Pero octavo no está mal para empezar el año", remató sin demasiada alegría.
En ocasiones venideras, el español bien podría contestar lo que solía Max Verstappen cuando hacía oídos sordos a las órdenes de equipo. "Es que mi padre me ha dicho que si cedo una posición me corta las pelotas". Y así pasó a Red Bull.
Vía Marca.com