• Lun. Dic 1st, 2025

Sainz 2, Hamilton 0; La temporada de ambos con coches nuevos para ellos, ha tenido resultados muy diferente / Vídeos

Carlos lleva a Williams a otro nivel

Las comparaciones son odiosas, pero en la F1 casi sólo existe eso, lo que logran los pilotos respecto a su compañero y lo que influye la llegada de una figura al equipo que lo ficha. En el caso de Carlos Sainz existen pocas dudas de que las escudería para las que trabaja ascienden a un nivel superior, pasó en McLaren, en Ferrari, al que dejó ganando y por encima de McLaren en 2024 y se empieza a ver en Williams, que acabó noveno (de 10) el año pasado en Constructores y va a salir quinto este año. La dinámica es palpable

Sainz celebrando el podio en Qatar con sus mecánicos.

No es él algo que Carlos consiga por sí sólo, sino gracias a una metodología de trabajo, la que aprendió en casa de su padre y que siempre ha funcionado en todas las marcas para el Matador, pero sobre todo en la actitud: la de buscar la excelencia y la de convencer a todos para que se suban en la misma nave. Tras su segundo podio del año, el curso de su debut con Williams, los de Grove transitan por un camino que no conocían desde 2015. Sainz les ha dado los trofeos 314 y 315 de su galardonada historia, pero sobre todo les ha devuelto a poder soñar con el éxito verdadero.

Tras el cajón en Qatar, Carlos desglosaba cómo ha sido este difícil año, el peor inicio en resultados de su vida en la F1, hasta el actual momento. Lo hicieron con una configuración osada, algo peregrino que surgió en el simulador y que parecía funcionar y que luego se concretó en la pista. El madrileño habla de trabajo conjunto y de un fondo profundísimo.

Verstappen, comentando la carrera antes del podio con Sainz.
Verstappen, comentando la carrera antes del podio con Sainz.LAPRESSE

«Tenía algunas ideas para que el equipo probara y simulara y al equipo se le ocurrieron otras, y juntos armamos, creo, un coche que, sinceramente, desde la primera vuelta fue mucho mejor de lo que pensábamos. Ya en el simulador se sentía bien, pero nunca confías del todo en él. Decíamos, ‘no, no puede ser tan bueno’. Y de repente, desde la primera vuelta de los Libres 1, creo que estaba intercambiando puestos 1, 2 y 3 con estos chicos (decía sobre Piastri y Verstappen que estaban a su lado), y pensé: ‘Sí, esto podría estar funcionando’. Y luego hicimos un buen progreso durante el fin de semana», dice sobre el proceso de llegar con un coche competitivo a una pista señalada como la peor del año para Williams.

«Luego hicimos una carrera realmente buena, con una buena salida del séptimo al quinto puesto, excelentes paradas en boxes, una estrategia excelente, una gran gestión de las distancias y la gestión de neumáticos que tenemos que hacer con coches un poco más rápidos que nosotros… Ya sabes, nos obligan a presionar con el neumático delantero izquierdo, lo cual aquí nunca es fácil. Lo gestionamos muy bien, y eso nos llevó al tercer puesto», explicaba sobre una carrera de ejecución perfecta, al volante y fuera de él.

Y la siguiente pregunta era, ¿’y por qué no se pusieron o probaron esos reglajes a principio del año?’, lo que le llevó a contar el proceso.

«Pero no es posible porque para hacerlos, necesitas conocer el coche y probar varias cosas: ensayo y error. Necesitas equivocarte muchos fines de semana para saber que esto no funciona, y luego probar la otra dirección que podría funcionar. Y la otra dirección a veces tampoco funciona. Y necesitas probar algo completamente diferente y cometes otro error. Así que, siempre digo lo mismo: lleva tiempo», desglosaba.

Sainz, con el trofeo delante del box.
Sainz, con el trofeo delante del box.Williams F1

«Cuando cambias de equipo, lleva muchísimo tiempo y carreras. No hay pruebas, así que necesitas probar cosas en un fin de semana de carreras, y necesitas tus primeras 10-15 carreras para entender este tipo de cosas: tus sesiones de simulador para probar cosas. Y necesitas que el equipo sea valiente. También necesitas que la gente sea audaz y aporte ideas. Y al final, siempre vale la pena. No hay secretos en este deporte. Creo que el trabajo duro, la buena comprensión y las buenas conclusiones siempre dan sus frutos. Y para ser sincero, en la segunda mitad del año, estamos rindiendo a un nivel muy alto», dice siempre en plural, siempre dándole las gracias al equipo por haberle escuchado y todos se sientan involucrados en el viaje.

Y en dos meses lleva dos podios y la sensación de que Williams no tiene límites para 2026. «Este podio se siente diferente. Bakú fue un poco de alivio porque había tenido 10 carreras muy difíciles. Fui muy rápido en las primeras carreras, pero siempre me pasaban cosas. No conseguía resultados, era una de esas temporadas. Creo que en la carrera de un piloto de F1, siempre hay años en los que, por alguna razón, las cosas no salen bien. No importa si es suerte, incidentes de carrera, lo que sea. Nunca sale todo bien», decía sobre un momento en el que había perdido en parte la esperanza.

«Pero Bakú fue un alivio: en cuanto tuve la oportunidad de luchar por un podio, la aproveché y le di al equipo el podio que sentía que necesitábamos y merecíamos. Y aquí, es más una combinación de trabajo duro y comprensión. Estoy muy orgulloso del equipo porque también tuvimos algunas dificultades a principios de año con la ejecución de la carrera, las decisiones del equipo y la clasificación. Y este fin de semana, todos hicieron un trabajo perfecto. Además, las paradas en boxes fueron perfectas, todos estuvieron perfectos, y es justo lo que necesitábamos», concede el español, que vuelve a ganar crédito como un futuro campeón del mundo.

«Nos hiciste estar orgullosos de ti en Bakú y hoy has hecho lo mismo. Buen trabajo Carlos. Lo de hoy ha sido una conducción absolutamente increíble», le decía el jefe de Williams, James Vowles, tras acabar en el podio en Lusail, por delante de Lando Norris.

James Vowles, celebrando el podio de Sainz.
James Vowles, celebrando el podio de Sainz.Williams F1

Hamilton, la cara opuesta

Y la comparación odiosa es que el hombre que le suplió en Ferrari, el piloto más laureado de la historia, Lewis Hamilton, está a cero en podios de domingo, lleva tres clasificaciones seguidas sin pasar de la Q1 y ha entrado en depresión, al menos en sus declaraciones en los medios tras encadenas una mala actuación con otra.

Sainz empujaba hasta el límite a Leclerc y eso hizo crecer al equipo en 2021, 22, pero sobre todo el 24, donde lucharon por el Mundial de constructores contra McLaren hasta la última carrera. De aquel SF-24 ganador han pasado a un coche peor, que no ha hecho más que ir cayendo. Hay quien cree en el ‘paddock ‘que no es casualidad y que la salida de Carlos ha tenido mucha influencia en lo que está pasando.

Hamilton, en el GP de Qatar.
Hamilton, en el GP de Qatar.LAPRESSE

Una cosa es diagnosticar los fallos, como dicen que hace Hamilton todo el rato y otra cosa es aportar soluciones válidas, involucrar a todos en la tarea y que acabe dando sus frutos. Si Sainz conoce su FW-47 cada vez mejor en cada tipo de pistas, a Lewis su máquina le es hoy ajena por completo. Ferrari lo perdió y Williams lo ha ganado.

Vía Marca.com

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