Circuito de Spa-Francorchamps
Cuando se sale de La Source se acelera a fondo en bajada y se busca encarar Eau Rouge. El combinado Eau Rouge – Raidillon es uno de los más espectaculares del Mundial. En los últimos años se afirma que se ha perdido emoción al pasar Eau Rouge, pero sigue siendo una de las más singulares del mundo.
Para hacernos una idea, retomamos la frase que dijo Jacques Villeneuve tras un aparatoso accidente en Eau Rouge en 1999: “Ha sido el mejor accidente de mi vida”. En Eau Rouge se pueden alcanzar más de 300 km/h en lo que los pilotos consideran una difícil pero divertida curva.
Al salir del Raidillon se encara una larga recta, la recta Kemmel, al final de la cual se alcanzan unos 315 km/h en séptima marcha. Al final de esta recta es donde se sitúa el punto intermedio que marca el tiempo del primer sector, justo antes de Les Combes. Esta es una posible zona para adelantar. En Les Combes los pilotos sufren 3.2 G de fuerza lateral. Es una chicane derecha-izquierda que se pasa en tercera a 120km/h la primera curva y a 140 km/h la segunda y acelerando. Inmediatamente después se encuentra Malmedy, que se traza en tercera a 175 km/h.
Después comienza la bajada en otra recta antes de llegar a La Rivage. Antes de la curva, los monoplazas alcanzan 265 km/h en quinta marcha y se reduce hasta segunda para trazarla. La Rivage no es una curva fácil, porque suele producir subviraje en el coche y además es en descenso. Se traza a poco más de 105 km/h.
Nada más pasar La Rivage empieza la aceleración previa a la curva 9. Se llega a esta curva a 210 km/h y se reduce para trazarla a unos 150 km/h en tercera velocidad. Aquí el piloto sufre 2.5 G. Tras este tramo hay una fuerte aceleración para llegar con la mayor velocidad posible a la curva de Pouhon, a izquierdas. Se llega a Pouhon en sexta a 290 km/h y se reduce marcha para trazar la curva. Es una curva muy difícil con un gran desnivel.
La curva que le sigue es una rápida curva que se traza a 275 km/h, es la curva 11. Se acelera en bajada y a final de recta se han alcanzado los 305 km/h, antes de llegar a la curva Fagnes. En Fagnes se sufre 2.5 G de fuerza lateral.
Es una curva a derecha que se traza en tercera a 150 km/h e inmediatamente después llega la curva 13 que se pasa a 170 km/h. Aceleramos todo lo que podemos, pero frenamos al llegar a la curva 14. Esta curva se traza en segunda a 135 km/h.
Se acelera a fondo y se llega a Stavelot. En esta curva pasamos de la parte creada para el circuito a la carretera convencional. Se traza en quinta a 245 km/h. No se hace acelerando sino levantando el pie.
Aceleramos a fondo hasta las curvas 16 y 17, ambas a izquierdas y muy rápidas. La 17 es llamada Blanchimont. Se traza a 310 km/h. Esto nos conduce hasta la última chicane, la famosa Bus Stop (Parada de autobús).
La última remodelación nos dejó una Bus Stop de derechas a izquierdas. Se traza en segunda marcha a unos 85 km/h, y es arriesgado ya que se pasa cerca del muro. Tras esto se encara a fondo la definitiva recta de meta.
Vía / Arpem