Victoria de Checo por delante de Max, que remontó del 15º al 2º. Fernando, tercero a pesar de una penalización en la salida. Sainz, duro sexto delante de Leclerc
Sergio Pérez va sobrado de valor y hombría, contra Verstappen y contra quien sea. El mexicano no agachó la cabeza ante la espectacular (y fácil) remontada de Max, del 15º al 2º, y respondió las vueltas rápidas del gallo de pelea neerlandés con vueltas más rápidas y una gestión de la ventaja quirúrgica. Así le perdió el miedo al campeón y ganó el GP de Arabia Saudí desde la pole. Detrás, a 15 segundos que algún día serán menos, Fernando Alonso cuajó un domingo óptimo y se llevó el tercer puesto, el mejor resultado posible con el Aston Martin de la ilusión. Cien podios para la leyenda con más carreras disputadas de la historia y la sensación de que hay resultados mejores que un tercer puesto en el camino de esta escudería tan sorprendente.
Alonso adelantó a Pérez en la salida
La salida de Fernando fue casi perfecta. En apenas 300 metros le sobró recta para adelantar a Checo y hacerse con el liderato. No fue perfecta porque no se colocó bien en la caja de la parrilla y la FIA, últimamente atenta a estas menudeces, le sancionó con cinco segundos. Ocon recibió el mismo castigo en Bahréin, firma personal del director de carrera Niels Wittich. Durante años, en la primera fila los coches se han colocado no solo torcidos, sino apuntando al exterior de la primera frenada (Alonso solo estaba ligeramente escorado) y nadie arbitró nada. Esa primera vuelta solo dejó otro ‘highlight’: Stroll pasó por el exterior a Sainz en la redonda de Yeda.
El pelotón se estabilizó sin grandes aspavientos, Alonso abría el hueco con Russell para salvar la penalización en el ‘pit-lane’ mientras Leclerc y Verstappen remontaban cómodos. Las primeras paradas llegaron a partir de la vuelta 15. Stroll cayó en el órdago de Ferrari, paró pronto y le pasaron los dos. Sainz montó la dura, Leclerc también. Aún perseguían el top-5, pero… los frenos del Aston Maritn del canadiense echaban humo y debió aparcarlo en la escapatoria. Su maniobra de ‘párking’ resultó óptima, no entorpecía ni era peligroso, pero de nuevo Wittich pecó de riguroso: sacó un coche de seguridad innecesario que regaló dos posiciones a Verstappen.
El ‘safety car’ fue casi lo más emocionante de la carrera: Checo, Alonso, Russell y Verstappen pararon, y salieron a la pista por ese orden. El asturiano cumplió el castigo sin perder la posición. De hecho, la incorrección le salió completamente gratis. El neerlandés superó a los dos Ferrari por la calle de boxes y no tuvo necesidad de perder décimas en la pista. A partir de ahí, la remontada se fue consolidando: adelantamiento fácil a Russell, después a Fernando, y persecución que se las prometía felices sobre el sólido Pérez. Detrás, Hamilton pasaba a Sainz en la recta con el DRS sin posibilidad de respuesta del Ferrari. El domingo se convertía en una procesión para los de Maranello con Carlos sexto y Leclerc, séptimo.
Pulso entre los dos Red Bull
‘Mad Max’ empezó el carrusel de vueltas rápidas, pintó de morado todos los parciales, llegó a ser medio segundo más rápido que el mexicano. Pero Pérez, que tiene 33 años y unas cuantas más carreras que su compañero, se puso a cuidar el hueco y a replicar todos esos alardes de vuelta rápida del campeón. Si quieres caldo, toma tres tazas. Red Bull, con los problemas de fiabilidad recientes, puso a sus dos pilotos a tirar aunque estuviera en peligro el doblete más sencillo de la historia. Checo fue valiente, no se amedrentó ante Max, sostuvo los cinco segundos de ventaja y así cruzó la meta: ganado y primer Red Bull por delante de Verstappen. Así se marca el territorio. Ya ha ganado en Azerbaiyán, Mónaco, Singapur y Jeddah Corniche, póker de urbanos. Aunque el neerlandés es el líder del campeonato con la vuelta rápida final.
Alonso cuidó sus gomas, preguntó referencias constantemente, estudió la carrera y se preparó para un eventual coche de seguridad final que nunca llegó. Cruzó la meta tercero con un podio que aunque ya no sea noticia, sigue siendo extraordinario. Estratégicamente, el domingo de Aston Martin y Fernando no tiene pegas. El tercero fue merecido y trabajado, sobre todo después de esa penalización. Por momentos enseñó un ritmo parejo al de Checo en el primer ‘stint’, y eso servirá para ilusionar a la fábrica y convencerles de que en 2023 pueden ganar carreras. La victoria 33 se acerca y el podio 100 ya es una realidad. Lástima que Mercedes barriera a Ferrari con Russell cuarto, delante de Hamilton; y Sainz sexto, con margen sobre Leclerc. Carlos terminó la carrera con más ritmo que Charles porque cuidó más los neumáticos y fue menos pedigüeño por la radio. Al final le metió siete segundos. El doble podio español tendrá que esperar.
Vía As.com