• Dom. May 25th, 2025

Jak Crawford se lleva la victoria en una de las carreras más polémicas de la historia de la F2 

El mega accidente, con diez coches involucrados, al inicio de la carrera solo marcaba el inicio de una carrera bochornosa

Un auténtico caos marcó la carrera principal de Fórmula 2 en Mónaco. Un toque entre Victor Martins y Alex Dunne en Santa Devota provocó un accidente en cadena que obligó a retirarse a la mitad de la parrilla. Entre los damnificados, Pepe Martí, que no pudo volver a mover su coche tras quedar atrapado en la melé. Finalmente, la victoria fue para Jak Crawford, el gran beneficiado de un domingo de locura.

Dunne partía desde la pole en una de las carreras más especiales del año. Ya había advertido que, en un circuito como este, los domingos no suelen ofrecer demasiadas oportunidades, a pesar de que la primera carrera del fin de semana fue más movida de lo habitual. Mónaco siempre ofrece una alta probabilidad de coche de seguridad, lo que mantenía viva la esperanza de pilotos como Pepe Martí, que arrancaba 15º. Pero bastaron apenas unos metros para que todo saltara por los aires.

Dunne reaccionó con cierta lentitud en la salida, lo que permitió a Martins –segundo en parrilla– lanzarse por fuera. El irlandés defendió con contundencia, cerrando la trazada, y Martins acabó contra las protecciones. Detrás, Santa Devota hizo honor a su fama: la mitad de la parrilla quedó bloqueada en un caos monumental. Entre los afectados, Pepe Martí, mientras que a Oliver Goethe incluso se le subieron encima del monoplaza. Fue un arranque que dejó más preguntas que certezas.

Martins fue, probablemente, el gran damnificado. Su enfado era evidente, tanto en el momento del toque como ya en el pit lane, donde incluso protagonizó un intercambio de palabras con Pepe Martí. En Mónaco no hay margen para errores: en muchas zonas solo cabe un coche, y cuando se fuerza la situación, el resultado suele ser catastrófico.

El accidente dejó fuera de combate a once pilotos. Un incidente múltiple que marcará la temporada. Dirección de Carrera anotó el suceso y se espera una resolución tras la bandera a cuadros. Todo indica que podrían imponerse sanciones importantes.

Por normativa, los coches que no lograron regresar por sus propios medios al pit lane quedaron automáticamente fuera de carrera. Así se despidieron Martí o Gabriele Minì, visiblemente molesto con la actuación de los comisarios. En cambio, Amaury Cordeel y Meguetounif lograron reincorporarse.

La carrera se relanzó con media hora por delante y tan solo 15 coches en pista. Fornaroli, Montoya –que se quedó clavado en la vuelta de formación pero se libró del accidente– y Lindblad ocupaban las primeras posiciones. Como apenas se habían completado unos metros antes del accidente, se retomó el orden de salida original. Algunos pilotos pudieron continuar pese a haber estado implicados en el caos inicial, pero otros siete se quedaron fuera sin haber cometido ningún error. Su paso por Mónaco fue fugaz.

La clave de la carrera iba a estar en el momento de las paradas… o eso parecía, hasta que Joshua Duerksen se fue directo contra las protecciones. El paraguayo quedó fuera de carrera y se desplegó un coche de seguridad virtual. Sin embargo, Dirección de Carrera no activó el coche de seguridad real hasta pasados unos instantes cruciales, cuando ya tres pilotos habían cruzado la línea de boxes. El cuarto, Crawford, fue el primero en entrar legalmente… y ese detalle acabó dándole la victoria.

La bandera roja apareció a falta de 6 minutos y 22 segundos, y así se mantuvo hasta el final. Como no se llegó a disputar la distancia mínima, no se repartieron todos los puntos, aunque sí los suficientes como para que Crawford sumara 13.

Aún hubo un giro final: Lindblad recibió una sanción de cinco segundos por exceder el límite de velocidad, lo que permitió a Sebas Montoya subir al podio en tercera posición.

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