Recupera el puesto 2º en la lucha por el mundial y eso que sigue sin estár comodo con el coche
Sainz salía décimo tras el accidente en la Q2 del viernes, pero se quitó de encima a Vettel y Bottas en la arrancada. Entonces hubo un accidente entre Zhou y Gasly con doble abandono y coche de seguridad que reagrupó el pelotón. Tras la resalida, aún sin DRS, Carlos peleó con Fernando y le adelantó en la primera frenada. Luego Magnussen no fue un problema para un Ferrari tan poderoso y en plena disputa con Ricciardo. Desde ahí, a por los McLaren: el australiano fue más duro, sobre todo porque el ‘porpoising’ parecía descontrolado en plena recta de Ímola, más aún con el DRS abierto, pero le superó a siete vueltas del final. Comenzó entonces una persecución sobre Lando Norris, que había abierto un hueco sobre el grupo, pero al español le sobró una vuelta para consolidar el cuarto: cinco puntos y segunda fila. Y aquí no ha pasado nada. Delante, Verstappen cazó a Leclerc y un buen Checo, del séptimo al tercero, cerró el minipodio.
Lástima que la carrera de Alonso fuera hacia atrás, con un pequeño problema antes de la vuelta de formación y un incidente en la salida que habrá que estudiar en el garaje porque le hizo ceder dos puestos y meterse en una pelea que no debía ser la suya. Al final se dejó sin puntos Bottas y no pudo con Magnussen, que escogió el neumático medio para la carrera corta y se encontró sin ritmo frente a un pelotón con la blanda. El esprint invitaba a eso, a un todo o nada que solo se justificaba con el compuesto rojo de Pirelli. Fue divertido, hubo peleas y un adelantamiento decisivo por el triunfo a dos vueltas del final. Pero todo queda abierto en casa de los tifosi. Más que carrera corta, sabe a antipasto. Que alguien traiga ya la carne.
Vía As.com