Cree que el coche es bueno y el único problema grave viene del propulsor: "ni potente, ni fiable"
Las críticas son unánimes y claras. A las de Eric Boullier se suman las de Fernando Alonso, más transparentes e incisivas incluso que las de su jefe en McLaren: el culpable de todo y el único es Honda.
Fue una rueda de prensa en la que el asturiano intentó ser positivo y no dejar al motorizador de lado. "Toca arrimar el hombro con ellos, aprender y mejorar", pero en su cabeza no deja de dar vueltas la expectativa creada de antemano, en un año de cambio de reglamento y donde pensaba que se daban las circunstancias para explotar lo mejor de su pilotaje: "no hay potencia ni fiabilidad. Honda es el único problema grave en este momento, porque el chasis es bueno en general y responde", sentenciaba.
La del miércoles fue una verdadera estocada para el motorizador. En Fuji TV, el canal con los derechos en Japón, calificó el propulsor que tiene ahora mismo como "un cero", mientras el periodista se llevaba las manos a la cabeza. Muchos de los enviados especiales nipones dudaban si publicar todas las explicaciones que dio Fernando sobre la pobreza de lo que hay bajo su acelerador, y eso que, según Alonso, ya es "una versión mejorada, aunque no la definitiva de Australia".
"Sólo tenemos un problema, que es el motor. Rodamos 30 km/h más lentos en las rectas, y es difícil hasta tener sensaciones en el coche", asegura Fernando que dejó en el aire que se necesitan decisiones rápidas si se quiere reaccionar.
"No sé a qué altura de la temporada seremos competitivos. Dependerá de las grandes decisiones que haya que tomar a alto nivel, así que el objetivo prioritario es llegar a Australia en las mejores condiciones, algo que no hemos conseguido en seis días y nos quedan dos para probar cosas fundamentales y desbloquear la potencia, si está ahí dentro de verdad, y luego en Melbourne tener fiabilidad".
Luego hay que ir ganando competitividad y luchar por los cinco primeros. "Y ganar carreras y lo que soñábamos esta temporada, ojalá que lleguen las grandes decisiones para que esto suceda. Es lo que espero, una reacción inmediata y muy fuerte del equipo", plantea Alonso con tono reflexivo más que de enfado. Esa reacción en la cúpula podría ir por intentar convencer a Honda de que deje ayudarse desde fuera por técnicos que conocen motores de la competencia.
A algunos McLaren los tiene en nómina y otros podría ficharlos. Gilles Simon (ex de Ferrari), la persona que tenían en Woking para asesorar sobre el tema se ha marchado desesperado, pues Honda no quiere ninguna injerencia externa fuera de su personal. Es su manera de entender el reto. La olla a presión está a punto de estallar y es necesario que se tomen medidas.
Días duros
Para Fernando, la sensación de frustración está siendo casi plena en estas "duras jornadas", según las califica. "Yo tengo todo el tiempo del mundo por delante. Me he preparado mejor que nunca, puedo pilotar como me gusta estos coches, como en los viejos tiempos al entrar en curva, me siento el más fuerte aquí, pero no tengo la potencia adecuada. No sé cuándo la tendrá a punto Honda", insistía el 14 de McLaren, que no se va a ir de la F1 por la puerta de atrás y que quiere despedirse ganando.
"No sé en qué punto del año podremos ser competitivos. Quiero podios y victorias, y si todo va en la dirección incorrecta, atacaré el año que viene. No pararé de correr sin un buen resultado que creo que merezco. Si siento que la gente frena más tarde o traza mejor que yo, que acelera antes o sale mejor que yo, veré que es tiempo de parar, pero lo que veo este año es lo contrario y, más que nunca, lo que veo mío está al mejor nivel", asegura.
Ese es el drama que Massa vuelve del retiro y tiene un trueno a su disposición y Fernando no cuenta de nuevo con un motor que le ofrezca estar luchando con casi nadie.
Vía Marca.com
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