• Mié. May 14th, 2025

Empiezan a sonar rumores sobre una posible negligencia médica con Fernando Alonso en Australia

"Yo estaba dispuesto a aguantar el dolor", admite el piloto

Veterano, cuco, Fernando Alonso se plantó en Bahrein disimulando el pellizco de dolor que causa una costilla rota. Así y todo se había empeñado en disputar el gran premio. El vuelo desde Asturias a Dubai, de casa de sus padres a su actual domicilio, se le hizo largo, sin encontrar la postura adecuada en las lujosas cabinas de primera clase. Le dolía el costado por la herida todavía tierna que había ocultado públicamente. Tras el aparatoso accidente que sufrió en Melbourne, en la primera carrera del Mundial, reconoció que despertó con el cuerpo molido («Como si hubiera estado en una lavadora»), pero sin rasguños que lamentar.

Daba por lógico el malestar, también la punzada que sentía en la caja torácica. Portaba una costilla rota como único recordatorio del golpe más peligroso de toda su carrera. Ayer saltó en las radiografías de los médicos de la Federación Internacional, implacables ante cualquier amenaza. Al verlo, le dieron la baja inmediata. Prohibido correr en Sakhir.

Tal firmeza de los galenos de la Fórmula 1 choca con los ligeros controles que pasó el español en las horas posteriores al brutal accidente de Australia. Ni su escudería ni la FIA le hicieron someterse a las pruebas adecuadas para detectar una costilla rota, una vez escapó de las ruinas de su monoplaza. Ni siquiera quedó bajo observación durante 24 horas. El entorno del piloto mira con sorpresa el fallido protocolo que le aplicaron tras el percance en Albert Park, de donde salió por su propio pie. Al día siguiente le esperaba un vuelo de 24 horas hacia Europa. Cuando aterrizó, las molestias que sentía junto a los pulmones se habían agravado. No tardó en realizarse nuevos exámenes en Oviedo, empujado por su hermana Lorena, médico en Asturias. La costilla quebrada apareció en las pantallas, aunque Alonso prefirió no hacerlo público, confiando en estar totalmente recuperado para la cita de Bahrein.

Sin embargo, ayer por la mañana, minutos antes de pasar la revisión obligada de la FIA a cualquier piloto que ha protagonizado un accidente, comenzó a dudar si aprobaría el test. Conoce bien ese tipo de pruebas porque el pasado año, en Malasia, tuvo que superarlas para certificar que estaba totalmente recuperado del mal golpe sufrido en los test de Montmeló. En aquella ocasión obtuvo el permiso que ayer le denegaron. La carrera del domingo, como la primera de 2015, la tendrá que ver por televisión. Los infortunios se le acumulan a Alonso.

La mala suerte deportiva

La suerte le sonrió hace 15 días, para escapar vivo de un monoplaza triturado, pero deportivamente desde que regresó a la escudería inglesa casi nada le sale bien. En poco más de un año se habrá perdido dos carreras por prescripción médica. Y en la pista padece la peor etapa de la historia de McLaren. Él intenta poner buena cara a la mala racha, aunque ayer se le notaba decepcionado por quedarse fuera de la pista, cuando más experiencia se necesita al volante de ese coche en plena fase de maduración. También duda ahora sobre las fechas para su vuelta. Quiere en Shanghai (17 de abril),pero no lo garantiza al «cien por cien». Dependerá de cómo vean evolucionar su costilla rota los médicos de la FIA.

«El dolor hubiera sido insoportable, pero es algo psicológico, y estaba dispuesto a conducir con él», explicaba ayer en Sakhir, minutos después de recibir la baja acompañado también por su hermana. «Pero los médicos han considerado que hay otros riesgos a tener en cuenta y hay que intentar minimizarlos. He venido aquí y he intentado correr hasta el último momento. Así que estoy triste, pero las cosas son como son». La delicada zona torácica (pulmones y corazón) aumentaron la prudencia, esta vez sí, de los doctores de la FIA. Alonso optó ayer por quedarse en Bahrein para ayudar a su sustituto, el belga Stoffel Vandoorne, y a McLaren, aunque todavía debe decidir si el domingo verá la carrera en el circuito o desde su casa.

Vía Elmundo.es

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Un comentario en «Empiezan a sonar rumores sobre una posible negligencia médica con Fernando Alonso en Australia»
  1. Como que el tal Stoffel Vandoorne no necesita mucha ayuda. Ayer cogió un punto cuando Button y Alonso no estaban. De seguir así creo que F. Alonso es ya historia. Una historia con luces y sombras, más sombras que luces, por su proverbial mala suerte, pero ¡caramba! la gente joven viene apretando fuerte y con las ganas intactas, pues aún no han sufrido desengaños ni malas rachas que van minando la moral. Ay Alonso!! yo no creo en brujerías, pero esto tiene una mala pinta…!! No se puede tener más mala suerte chico!!! Estoy desolado., Es increíble. Si algo va mal, si alguna cosa se tuerce, ahí está Fernando. Que alguien me lo explique, porque yo alucino. Y hablo en serio… sin bromas… es mi ídolo, pero ese asunto chungo está ahí, nadie lo puede negar.

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