• vie. Abr 19th, 2024

«A Hamilton le vino horrible lo de Russell»

Pasan los días y no hay anuncio, o acuerdo, entre Lewis Hamilton y Mercedes. Ni en años, (dos ofrece Mercedes, cuatro pide el inglés), ni en cantidades, ya que el británico no se baja de los 40 millones por temporada. Es cuestión de tiempo, claro, pero este retraso y emolumento enfurecen a la propia matriz alemana, que está metiendo prisa y poniendo sobre la mesa el nombre de George Russell tras su gran actuación en Sakhir sustituyendo al campeón contagiado, aunque Mercedes ya solo tiene el 33% del equipo (el otro 33 es de Wolff, nuevo CEO, y el último del patrocinador Ineos).

En este ambiente que se va calentando, aunque faltan dos meses aún para los test de pretemporada, Mark Webber ha puesto el dedo precisamente sobre la famosa suplencia que hizo Russell de Hamilton en Sakhir «cuyo momento fue simplemente horrible para Hamilton». De hecho Lewis volvió sin necesidad en la última carrera, exhausto e incapaz de pelear por la victoria, pero ‘recuperó’ su monoplaza.

«George pilotó bien. Sí, fue la pista más fácil del mundo. No era exactamente Suzuka. Pero aún pilotó de manera brillante en un entorno comprometido en el coche. Yo piloté unos 1.000 días en un Fórmula 1 con test, prácticas y grandes premios los fines de semana y con todo, no quería a nadie cerca de mi coche», asegura el australiano en el podcast de la BBC ‘At the controls».

«Lewis no quería que se viera expuesto su material y a su gente. Es una industria tan despiadada. Incluso para alguien como Lewis, eso era todo un inconveniente para él, y ahora solo está tratando de buscar el precio de su propia acción», afirma, subrayando que los recortes presupuestarios, especialmente en 2023, están salpicando este pacto también de forma evidente.

«Obviamente él y Toto disfrutan de una muy buena relación, les gustaría tenerlo todo listo ya, pero el tiempo en torno a ciertas cosas, particularmente el virus, que él lo haya sufrido, y este límite presupuestario especialmente al final de su nuevo contrato, están sobre la mesa. Quiere apurar todas las oportunidades que pueda, porque cree que tiene un valor y lo tiene. Aporta mucho al deporte, aporta mucho a Mercedes. Es taquilla de este deporte y quiere que eso sea reconocido «.

Por su parte, desde Italia apuntan a más complicaciones para el acuerdo de las que reconocen las partes, tanto por el salario como por su duración. La demora en la renovación del contrato de Lewis Hamilton con la escudería Mercedes resulta, cuando menos, sospechosa. El piloto asegura querer continuar compitiendo en la Fórmula 1 y el equipo jamás renunciaría a su gran estrella. Ambas partes restan importancia a los plazos y evitan urgencias para el acuerdo, aunque casi nadie entiende por qué no se produce en un escenario tan idílico como se dibuja.

Desde Italia afirman ahora que el principal escollo para la renovación tiene nombre: Daimler. El gigante de la automoción, propietario de la marca Mercedes, no está de acuerdo con las condiciones que intenta imponer el heptacampeón, aseguran en el ‘Corriere dello Sport’. Según los datos que maneja el diario deportivo, la cuestión va más allá de un mero aplazamiento y tiene que ver con el distanciamiento del grupo automovilístico de su gran estrella, tanto en lo que se refiere a su remuneración como a la duración del nuevo contrato.

El diario señala que “en noviembre, en el GP de Turquía, estaba listo un contrato de una duración de cuatro años por un salario de 50 millones de dólares en cada uno de ellos. Daimler, sin embargo, se opuso”. Y van un paso más allá: “Daimler apuesta por un acuerdo de dos años, con la opción a un tercero”. En este entramado se ha cruzado la joven figura de George Russell (22 años), que tan excelente desempeño exhibió al sustituir en el GP de Sakhir a Hamilton (35 años) cuando se contagió de coronavirus, además de ser mucho más joven… y con una remuneración tremendamente inferior.

Otra de las claves del asunto es el nuevo reparto accionarial de la escudería Mercedes de Fórmula 1. Hasta el pasado 18 de diciembre, Daimler poseía el 60% de la sociedad que desde ese día quedó repartida en tercios con el grupo químico Ineos y Toto Wolff, consejero delegado y director del equipo.

De este modo, la empresa automovilística rebajaba la presión sobre la negociación al quedar la decisión en manos de los otros accionistas que juntos disponen de la mayoría. Mercedes tampoco está por la labor de asumir las exigencias económicas de Hamilton en una etapa en la que el sector de la automoción se enfrenta a enormes desafíos empresariales, financieros y laborales.

El diario italiano hace referencia también a tal circunstancia, destacando el papel que “un tercero puede tener en el asunto”, en referencia a Ineos. Su pronóstico es que el acuerdo está más lejos de lo que reconocen los implicados: “El nuevo plazo para la extensión del contrato llega ahora hasta finales de febrero, justo antes de los test de pretemporada en Barcelona”. Una fecha que el propio Wolff llegó a mencionar en su momento y se tomó como una simple ironía del responsable del equipo. Pues quizá no fuera así…

Vía As.com, Marca.com

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