• Sáb. May 17th, 2025

Clasificación espectacular en el circuito de Imola / Crónica GP de Fórmula 1 Emilia Romaña

Fernando olió a sangre y la clavó, las mejoras funcionan mientras Carlos a estado soberbio, la decepción se la ha llevado los Ferrari no pasando de la Q2 ninguno de sus dos coches

Preciosa clasificación en Ímola con riesgos, accidentes, pilotos al límite y sorpresas positivas y negativas, todos los ingredientes que hacen tan grande a la F1. Piastri le robó la pole a Verstappen con un último intento muy agresivo que no pudo replicar el holandés, se quedó a 34 milésimas. Norris fue el tercero en discordia todo el tiempo hasta que Russell, bajo la bandera a cuadros, le robó esa plaza. Falló más Lando de lo que acertó George, de hecho voló en la chicane con una vuelta final insuficiente. Y en la tercera fila, contra todo pronóstico, Alonso volvió a repartir ilusión con un Aston Martin mejorado. Logró un quinto puesto que es de largo la mejor clasificación de la temporada. El suelo nuevo ayudó, pero también los riesgos que estuvo dispuesto a asumir el español. Desde la Q1 prometió mucho, en la Q3 estalló la alegría en el garaje de los ingleses con una vuelta ¡en neumáticos medios! Solo él, Russell y Stroll utilizaron la goma amarilla en el intento final. El C6 de Pirelli no convenció a todos.

Esa tercera fila hablará español al completo: Sainz fue sexto con el Williams, justo por delante de Albon y Stroll. No tuvo una vuelta de calentamiento soñada, pero aun así pudo certificar lo que ya era un buen fin de semana de su escudería hasta entonces. Y tiene algo de justicia divina que Carlos destacase y liderase la misma Q2 en la que Ferrari se dio un doble batacazo, en casa, a escasos kilómetros de Maranello y delante de una grada repleta de tifosi apagados. Leclerc saldrá undécimo y Hamilton, justo por detrás en su primera carrera en Italia vestido de rojo. No es lo que prometía el fichaje del siglo por ninguna de las dos partes. El siete veces campeón no pone su sello de leyenda en un equipo sin rumbo. Pero el coche no da el nivel.

La Q1 ya había sido tan escalofriante como este circuito de leyenda negra merece. Afortunadamente, los avances en seguridad de las últimas tres décadas permitieron, entre otras cosas, que Tsunoda se bajara sin rasguños de un Red Bull destrozado tras volcar y chocar en lo alto de las protecciones en la Variante Villeneuve; y también que Colapinto superase sin consecuencias físicas un fuerte choque en Tamburello, ambos a más de 200 kilómetros por hora, que dejó su monoplaza listo para el desguace. Ambos incidentes se saldaron con banderas rojas y retrasaron en más de media hora la clasificación. Los dos pilotos debieron pasar por el centro médico para los chequeos rutinarios. Mal día para ser mecánico de Red Bull y Alpine.

Vía As.com

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