Una carrera totalmente imprevisible
Era un día destinado para Sebastian, que lo tenía todo de cara para conseguir su tercera victoria consecutiva, pero nada salió hoy para Ferrari. Si en Melbourne se encontraron el triunfo por un coche de seguridad, hoy una situación similar los ha enterrado en sus opciones. Esó sí, la victoria se le escapó en pista, ante un Bottas perfecto que le rebasó tras la detención en boxes.
Un toque de los dos Toro Rosso, curiosamente, impulsó un safety car que provoca suspicacias. Los Red Bull, que iban a dos paradas, entraron a su segunda detención sin pérdida alguna. Montaron blando nuevos, mientras los Ferrari y los Mercedes ya iban con unos medios usado con lso que tenían que acabar la carrera. Todo a pedir de boca para los dos coches de Milton Keynes.
Ricciardo, remontada histórica.
Max Verstappen estaba destinado a la victoria, pero el holandés completó una de sus peores carreras en F1 y lo tiró todo por la borda. Se enceló con Hamilton en un sitio imposible y perdió la quinta plaza respeto a Daniel Ricciardo, que el dio un curso acelerado de gestionar un final de Gran Premio.
El australiano pasó primero a Lewis, luego a Vettel y finalmente a Bottas, a todo en el sitio adecuado, sin tocar a nadie y tirando el coche desde muy lejos. Un auténtico campeón en potencia sin necesitar una agresividad excesiva que de momento no reporta nada a Verstappen.
‘Mad Max’ no se conformaba y volvió a la carga. Pasó a Hamilton, en pleno declive con ruedas viejas y se tiró contra Vettel para estamparse contra el Ferrari. La sanción de 10 segundo final no hace justicia a una actuación desenfrenada, que no antideportiva por supuesto. Un castigo sin puntos hubiera sido lo correcto para Verstappen..
Vettel, con el coche dañado, vio cómo Alonso le recortó cuatro segundos en las seis última vueltas, para llegar hasta el Ferrari en la 55 de 56 y rebasarle con dureza, pero una limopieza fuera de dudas. ha sido un fin de semana duro para McLaren y el español, que ve cómo su MCL33 no es el coche con el que soñaban acercarse a los tres equipos grandes. A cambio se lleva un séptimo que hoy le sabrá como si fuera un podio.