Carlos Sainz, un año de talento y mala suerte
A falta de la disputa del GP de Abu Dhabi, el primer año de Carlos Sainz en la máxima competición automovilística ha sido más que aceptable, dando muestras de su talento y rapidez. Sin embargo, varios abandonos durante la temporada le han costado varios puntos.
La temporada 2015 de Fórmula 1 se acaba, y ante la resolución de ambos campeonatos del mundo (Lewis Hamilton y el equipo Mercedes) es hora de hacer balance. Uno de los análisis que siempre tienen cabida es examinar la actuación de aquellos pilotos debutantes en la categoría reina del automovilismo.
Siguiendo dicha directriz y teniendo en cuenta que uno de los ‘rookies’ es español, es preciso analizar la primera temporada de Carlos Sainz en la Fórmula 1.
Rápido en clasificación, valentía en carrera
La presión que ha tenido que soportar bajo sus hombros el piloto madrileño durante la actual campaña tiene difícil comparación con la del resto de sus homólogos. Ni Felipe Nasr ni Max Verstappen tienen un apellido tan ilustre como Carlos, bien es cierto que Jos Verstappen disputó 107 carreras en Fórmula 1, una cifra poco comparable al bicampeón del mundo de rallys.
Asimismo, la referencia de Fernando Alonso como ídolo automovilístico nacional y que, ante su cada vez más cercana retirada Carlos Sainz sea llamado a ser su sucesor, no ayuda al normal desarrollo de la carrera deportiva del joven piloto español. A todo esto hay que añadir la voraz competencia existente en Toro Rosso, escudería donde los jóvenes talentos se suceden y muchos de ellos se ven obligados a abandonar la Fórmula 1 antes de tiempo tras no cumplir las expectativas creadas.
Con todo ello, y sin embargo, la primera parte de la temporada fue realmente buena para Sainz. Hasta la disputa del GP de Hungría el piloto español había puntuado en más carreras que su compañero de equipo y le aventajaba tanto en la clasificación de pilotos (nueve puntos para el madrileño por ocho del holandés) como en su batalla particular durante las clasificaciones (el español mandaba 6-3).
La suerte condena a Carlos Sainz
Las sensaciones que transmitía Carlos Sainz resultaban inmejorables, demostrando rapidez los sábados y decisión los domingos, además de evidenciar una buena gestión de neumáticos en varias carreras donde la estrategia lo demandaba. Afloran los abandonos y el talento de Verstappen
Sin embargo, todo se torció en el citado GP de Hungría. Allí se produjo el punto de inflexión: mientras Sáinz se veía obligado a abandonar, Max Verstappen lograba una impresionante cuarta posición, favorecido por la loca carrera vivida en Hungaroring. El holandés sumaba de golpe 12 puntos más que Carlos Sainz y empezó a distanciarse en el campeonato.
A partir de entonces la tensión entre ambos creció y el piloto madrileño comenzó a cometer errores de cierta gravedad, como superar el límite de velocidad en el pit-lane en dos carreras diferentes o chocar contra el muro en Marina Bay durante la clasificación. No obstante, el principal lastre de Sáinz durante su campaña de debut han sido los abandonos.
Vía Planetadeporte.es