Accidente del inglés en el último entrenamiento de la temporada. Russell lidera por delante de Norris, Verstappen y Fernando
Hamilton será feliz con la última carrera de esta generación de coches con efecto suelo, y también con los kilómetros finales al volante del SF-25. El inglés se estrelló en el último entrenamiento libre de la temporada cuando intentaba marcar un tiempo con neumáticos blandos. Chocó al final de la larga recta, en la redonda curva nueve, y destrozó el frontal del Ferrari. Un epílogo a la temporada, más allá de lo que suceda este domingo, porque viene de tres clasificaciones consecutivas eliminado en la Q1 y va a cerrar el curso sin un podio por primera vez en su carrera.
Qué lejos quedan aquellos meses de ilusión y expectación ante lo que sería la primera temporada del campeón más laureado en el equipo más legendario. No ha dado resultado. No ha estado a la altura de las expectativas deportivas, aunque probablemente sí haya cumplido con la mejor de las previsiones en el departamento comercial de Maranello. Mientras Leclerc se defiende como puede para agarrase al top-10, el 2025 resta más que suma en la hasta ahora impecable hoja de servicios de Hamilton.
Russell lideró los Libres 3 en Abu Dhabi por delante de los dos pilotos que se juegan el título en condiciones normales. Norris se quedó a solo cuatro milésimas y Verstappen no cayó más allá de dos décimas. La sorpresa fue ver a Alonso cuarto a 0.251 del Mercedes, e incluso por delante de Piastri. Las vueltas de Fernando fueron al límite, no hay más que ver las cámaras ‘on-board’ para apreciar su agresividad en cada curva o las correcciones constantes en el volante. Los McLaren iban mucho más tranquilos. No se espera a Fernando en la segunda fila de la parrilla, pero al menos es un buen síntoma para luchar por los puntos este domingo.
Sainz fue 12º, con Albon unas centésimas más adelantado. El Williams no tiene aquí margen, como sí tuvo en Qatar. La zona media se comprime, porque 17 pilotos quedaron separados por menos de un segundo. Cerró la tabla Tsunoda, que se llevó un golpe de Antonelli en el pit-lane porque Mercedes no advirtió al italiano al salir del garaje de que venía un Red Bull. Suena a multa, puede que sanción en parrilla, y trabajo extra para los mecánicos. Que ya ven la luz al final del túnel.
Vía As.com
