El dueño de Red Bull y Toro Rosso retrasa de nuevo la decisión final
Tras anunciar una fecha límite del 31 de octubre, el propietario de Red Bull, Dietrich Mateschitz, retrasa de nuevo el momento de pronunciarse. "Será en tres o cuatro semanas", afirma.
En una entrevista concedida a 'Speed Week', el propietario de la marca de bebidas y las dos escuderías de F1 Red Bull y Toro Rosso tira por tierra la posibilidad de seguir con la marca del rombo. "Hemos cancelado el contrato para el año próximo con nuestros dos equipos (Red Bull y Toro Rosso)", afirma el magnate de la bebida energética.
Parecía la única opción, la de que Renault entrara como accionista de la escudería y siguiese equipando a Red Bull los tres próximo años, una opción que Mateschitz tacha de "impensable".
El año avanza y el coche de 2016 debería estar ya definido en su diseño, algo para lo que es imprescindible contar con un motor sobre el que trabajar. No hay tiempo material para que todo encaje.
Confirma a sus pilotos
De momento, Red Bull ha confirmado a sus dos pilotos para el año próximo, "si participamos en la F1", con lo que parecen querer tensar la cuerda al máximo para conseguir un motor: competitivo o no. La marcha de cuatro coches y de ese calado sería un duro golpe para la categoría, que no pasa por su mejor momento como espectáculo deportivo.
Mercedes se ha negado a negociar con Red Bull y Ferrari le ofreció, al igual que a Toro Rosso, un motor con la especificación de 2015 para correr en 2016, algo a lo que se han negado de forma rotunda los de Milton Keynes. "Todos saben que podríamos ser más rápidos con el mismo motor", se queja Mateschitz.
La opción de Honda, que podría estar interesada en el plano teórico, ha sido rechazada de plano por su socio, McLaren. "No somos una organización de caridad", dijo el domingo Eric Boullier. Honda, además duda de si sería capaz de poder surtir, a estas alturas, propulsores a otro equipo de la parrilla.
Toro Rosso, a la espera
El gran damnificado, claro está, es el filial de Faenza, en el que sus pilotos, Carlos Sainz y Max Verstappen, no saben a qué atenerse. El acuerdo con Ferrari es total, pero depende de la continuidad de Red Bull para firmar. O todos o ninguno es la única opción posible para el futuro.
Toro Rosso tiene desde hace semanas un acuerdo verbal con Ferrari, para usar su motor de este año en 2016, pero el nuevo retraso tampoco les deja avanzar en el nuevo monoplaza.
Renault, por su parte, tendrá que optar definitivamente por recomprar Lotus y volver a Enstone, si es que sigue interesado en volver a tener equipo propio. La F1 parece entrar en una crisis en la que Jean Todt y Bernie Ecclestone deben tomar cartas.
El primero fue el que se empeñó es esta tecnología híbrida en la que el público no entiende nada y donde el espectáculo es nulo.
Vía Marca.com