La herida cada vez va a peor
Ha sido la semana de las fotos en Bahréin. La de la cena entre Fernando Alonso y Mark Webber fue pasto de todo tipo de polémicas y subtitulados, aunque nada comparable a lo que se vio el domingo en Red Bull. La escenificación final y definitiva de la ruptura entre Sebastian Vettel y Mark Webber.
El australiano celebró en Sakhir sus 200 grandes premios en Fórmula 1. Tarta clásica, reconocimientos varios, aplausos… lo d siempre, excepto porque faltó el ala Vettel del equipo, el propio tricampeón y el asesor, Helmut Marko, alineado con Seb hasta el fin. "No necesita amigos", insistió en Bahréin. "Sebastian no es un político que tiene que ganar unas elecciones. En F1 no sumas amigos, sólo los puntos".
Con esta filosofía, Mark sopló la tarta a las 11.25, poco antes de la carrera, sólo con el tercer piloto, Buemi, Christian Horner, jefe del equipo, y los mecánicos.
Aunque tampoco tuvo que esperar mucho para vengarse. Al terminar el gran premio con la victoria de Sebastian, Red Bull se reunió en la parte de atrás del box a las 17.45 para realizar su clásica foto de la victoria, con el medio centenar de empleados gritando. Todos menos uno. Mark.
Reunión en McLaren
El matrimonio deportivo, iniciado hace cinco temporadas, está roto desde la carrera de Malasia, pero la herida cada vez es más grande, visto que Vettel no se arrepiente de lo ocurrido y que en Bahréin se esquivaron de forma pública y notoria. Mientras McLaren ha reunido a Checo Pérez y Jenson Button para rebajar tensiones, el volcán de Red Bull ya no tiene arreglo y nadie sabe donde acabará.
Vía Marca.com