«No volveremos a ver a Michael Schumacher»

Hoy se cumplen 12 años del accidente de Michael Schumacher (Kerpen, 1969) en la estación alpina de Meribel (Francia), donde que sufrió un traumatismo craneoencefálico severo al caerse esquiando, del que fue operado tres días después en el Hospital Universitario de Grenoble. Dos días después, el 2 de enero, su agente de comunicación Sabine Kehm dio por finalizados los partes médicos, ante el circo que se formaba en la puerta de aquel centro médico cada día. Desde entonces sólo hubo una actualización, en el mes de julio de 2014, que hablada de que el ‘kaiser’ había salido del coma y era trasladado a Lausana. Unas semanas después regresó a la casa familiar, junto al lago Lemán, para ser atendido por un equipo especializado. Tras 12 años poco ha cambiado en su estado.

Y desde entonces, no hay noticias oficiales, tan sólo declaraciones de gente de la F1 que sigue manteniendo contacto con el entorno del siete veces campeón del mundo, Ross Brawn, su ingeniero en Benneton y Ferrari, su jefe en la Scuderia, Jean Todt, Bernie Ecclestone, Gerhard Berger… y casi nadie más. Incluso a su antiguo mánager, Willi Weber, se le ha negado siempre la posibilidad de visitar a Michael en este tiempo.

La inquietante frase de Hopkins

En 2025, otro conocido del ‘paddock’, Richard Hopkins, quien fue primero jefe de operaciones en Red Bull y antes directivo de McLaren, ha hablado sobre lo que opina de su estado. Al parecer tuvo una buena relación con él en sus años en la F1, aunque nunca coincidieron en el mismo equipo

Hopkins ha especulado sobre el estado del campeonísimo, pese a que reconoce que no tiene noticias recientes: «No he escuchado nada últimamente, pero sé que tiene un médico finlandés, un médico personal», declaraba en una entrevista en ‘Sportbible’ hace un mes escaso.

«No creo que volvamos a ver a Michael», sentenciaba en una afirmación que no contiene mucho más de la lógica de los acontecimientos. «Me siento un poco incómodo hablando de su condición, debido al secretismo que la familia, por las razones correctas, quiere mantener», se excusa.

Y luego aclara que nadie de los que le sigue viendo ha deslizado nada sobre el estado de Schumacher. «Yo no puedo decir que sea el mejor amigo de Jean Todt, ni de Ross, ni de Gerhard (Berger). Creo que incluso si fueras el mejor amigo de Ross Brawn y le preguntaras qué tal está Michael, e incluso si le dieras a Ross un buen vino tinto, no creo que se abriera y compartiera nada. Creo que existe ese respeto en cualquiera que vaya a visitar a Michael de no compartir nada», destaca sobre el hermetismo de su entorno.

«Así lo quiere la familia. Creo que es justo y respetuoso con la familia. Incluso si lo supiera, se decepcionarían si lo compartiera de todos modos». El razonamiento es lo lo más lógico, si no se ha visto ninguna imagen de Schumacher en 12 no es probable que surja una en el futuro.

Según se ha especulado por diversos doctores estos años, Michael podría tener una consciencia limitada y reconocería a los cercanos y que incluso veía carreras de F1 en los primeros años junto a Jean Todt, pero la condición general es la de que no puede hablar ni andar desde el terrible accidente. «No es el Michael que conocimos», dijo en su día el expresidente de la FIA.

Un mono subastado de récord

Una de las noticias de este año, fue que un traje de pilotar que utilizó Schumacher para ser segundo en el Gran Premio de Hungría de 2000 se vendió por 95.650 € en una subasta ‘online’ organizada por Bonhams Cars, en colaboración con ‘The Schumacher Lounge’.

Esta subasta tuvo más piezas de Schumacher, pues también se vendieron un traje Benetton de 1995 y una réplica de casco Ferrari de 2003 firmada, por 61.360 € y 11.520 €, respectivamente. Un porcentaje de estas ventas se destinó a la ‘Fundación Keep Fighting’ (sigue luchando), creada por la familia Schumacher en 2017.

Rich Soddy, fundador del ‘Driver Lounge’, declaraba tras la subasta: «Nuestra colaboración con Bonhams cobró vida con gran éxito en el Schumacher Lounge de Monza, con todas las entradas agotadas, y en la subasta online posterior. Nos complace ver que tantos de estos artículos especiales encuentran un nuevo hogar y, al mismo tiempo, recaudan fondos para la fundación ‘Keep Fighting’. Es decir, buena parte iría destinada a financiar los cuidados del excampeón en la zona medicalizada de su casa.

El casco de Jackie Stewart firmado… con la ayuda de su mujer

Unos meses antes, en abril, Sir Jackie Stewart subastó un casco en el GP de Bahréin de 2025. El tricampeón escocés confirmaba que Schumacher era el autor de una de las firmas: «Es maravilloso que Michael haya podido firmar el casco por esta buena causa, una enfermedad para la que no hay cura», dijo sobre los fondos recaudados, que eran para su fundación contra la demencia. En ese casco aparecían los autógrafos de todos los campeones de F1 que siguen vivos.

Luego revelaba la realidad en ‘Daily Mail’: «Su mujer le ayudó, y así se completa la colección de todos los campeones que siguen con nosotros», es, decir fue ayudado por Corinna Schumacher para tomar su mano y completar las iniciales MS en la pieza en cuestión.

Unas 20 personas a su cargo

Finalmente, otra de las personas que habló sobre Schumacher fue Felix Gorner, periodista de la RTL, que mantiene cierto contacto con la familia: “La situación es muy triste. Él necesita cuidados constantes y depende completamente de sus cuidadores. Ya no puede expresarse verbalmente», subrayaba sobre su condición actual.

La necesidad de cuidados permanentes se une al afán por blindar cualquier tipo de noticia concreta. «Actualmente, un máximo de 20 personas pueden acercarse a Michael, y en mi opinión es la estrategia correcta, porque la familia está actuando en el mejor interés de Michael. Siempre han protegido estrictamente su privacidad, y eso no ha cambiado”, decía sobre ese secretismo que sigue imperando. Han pasado 12 años, pero las noticias son pocas y nada optimistas sobre el estado de piloto más famoso del siglo XXI.

Vía Marca.com