Force India, Pirelli y Ecclestone se negaron a volver al sistema antiguo de clasificación
“Me sentí confuso, fue la primera vez que se hacía y no se pueden prever todas las variables como que todo estuviera decidido en la Q3. Podemos mejorarlo. Las cosas nuevas deben de ser probadas. Esta nueva clasificación fue un poco chocante, pero quizás podemos rescatar las cosas buenas que tiene. Soy empresario y tengo que vender la F1 a los organizadores de las carreras. Si los aficionados no acuden a los circuitos tendré menos dinero que repartir con los equipos, por eso hay que encontrar la mejor solución y que haya un piloto eliminado cada 90 segundos puede ser emocionante”, argumentó Bernie Ecclestone.
Sin gráficos explicativos no hay emoción en la TV
El sábado de Australia fue tan diferente que cogió a contrapié a todos, incluyendo a los propios equipos, quienes “no entendían realmente lo que estaban haciendo”, aseguró Ecclestone. Éste tampoco comprendió bien el sistema, ni tampoco los realizadores de la televisión encargados de dar cobertura a sus colegas de todo el mundo: los gráficos no comenzaron a visualizar la cuenta atrás cada 90 segundos hasta bien entrada la clasificación, no advirtieron de pilotos en vuelta ni los que estaban en situación de peligro… en definitiva, no ofrecieron armas en la pantalla de cada aficionado para juzgar y palpar esa emoción que busca la F1 y que pretende vender (mientras esto ocurre, la Fórmula E ofrece realidad virtual a sus fans).
Este deporte está poco acostumbrado a situaciones que escapen a su control (son capaces de predecir si va a llover en una determinada curva) y, sobe todo, a que la estrategia (factor humano) tenga tanto peso en la optimización de las bondades del monoplaza. Pánico.
Por lo pronto y al contrario de algún caso en Australia, en Sakhir ningún piloto saltará a la pista sin estar 100% seguro de que le dará tiempo a completar su intento (ya no es como en el baloncesto, donde la canasta es válida con el tiempo cumplido si la pelota está en el aire, ahora el coche debe haber cruzado la línea de meta antes de que el cronómetro llegue a '0'), los equipos deberán hilar más fino a la hora de interpretar la mejora/empeoramiento del asfalto y sabrán con más precisión cómo afecta a su estrategia el uso de los neumáticos. En este sentido, Lewis Hamilton propuso dar un juego más de gomas a cada piloto para extender la presencia de monoplazas hasta el final de la Q3 y Fernando Alonso matizó que éste paquete extra debería ser para “los equipos pequeños o privados” ya que este sistema “favorece un poco a los grandes”.
Tal vez por ello McLaren fue el único equipo junto a Red Bull en oponerse a realizar un sistema híbrido en el que la Q1 y Q2 fuera por el método nuevo y la Q3 por la manera clásica (aunque se propuso reducir esta a 10 minutos, en lugar de repartir otro juego de gomas). Para este tipo de modificaciones en el reglamento ha de existir unanimidad por parte de todas las escuderías y sin su consentimiento no podría ir hacia delante. “Sin tiempo para encontrar otra solución, la FIA no ha podido hacer otra cosa que mantener en Bahrein el sistema de Australia”, explicó Ecclestone.
La reunión en la que se decidió continuar con este sistema estaba compuesta por 26 miembros que representaban a las escuderías, FOM, FIA, promotores de carreras y patrocinadores. En un primer momento se iba a decidir regresar al antiguo sistema pero la oposición de Ecclestone, Pirelli y Force India terminó cambiando los planes ante la mirada del espectador, a quien le cambian las normas de una manera tan sencilla como hacen las escuderías con sus neumáticos en un pit-stop.
La imagen que desprende la F1
Primero se impuso un sistema nuevo (confirmado un par de semanas antes del gp), luego se criticó ferozmente, después se dijo que se suprimía y, de repente, se explica que debe continuar. Este capítulo demuestra, una vez más, el modo de actuación de la Fórmula 1. La semana pasada, una carta abierta de los pilotos -la GPDA- sugería estructurar la F1 siguiendo una “línea maestra”en lugar de dar palos de ciego… A partir de este GP de Bahrein quién sabe lo que puede pasar.
Vía Elconfidencial.com