El piloto de Fórmula 1, quien fue el último italiano en ganar con Ferrari, falleció con 44 años
“Quizás debería haber dejado de correr hace tiempo, pero él no podía hacerlo, no podía dejar el deporte que tanto amaba”, dijo entonces el que había sido su compañero de equipo en Ferrari, Gerhard Berger. Michele tenía entonces 44 años.
Michele Alboreto tendrá siempre un hueco en el alma de los tifosi. No sólo fue piloto de Ferrari, sino el último piloto italiano en ganar con un coche del ‘Cavallino Rampante’. Y eso nunca se olvida, aunque hayan pasado de ello 35 años y unos meses: fue en el GP de Alemania de 1985.
Su carrera fue curiosa. Acabó donde para muchos pilotos comenzaba, en Minardi, equipo con el que corrió en 1994, su última temporada en Fórmula 1, en la que logró un punto (un sexto puesto en Mónaco). Quizás aceptó la oferta de Giancarlo Minardi por pura pasión -eran en eso almas gemelas-, pero quizás también porque no quería retirarse con el mal sabor de boca del año anterior.
En 1993 aceptó la invitación del equipo BMS Lola Scuderia Italia, un auténtico fiasco: cinco no clasificaciones y dos ‘forfait’ del equipo. Está claro que Lola no le era favorable; la segunda mitad de 1989 había corrido con el Lola Lamborghini del equipo Larrousse.
Pero se fue de la Fórmula 1 dejando detrás suyo una amplia carrera, nada menos que 14 temporadas con seis equipos diferentes, comenzando en Tyrrell y con Ferrari, donde estuvo cinco temporadas y consiguió sus cinco victorias y 19 de sus 24 podios, siendo subcampeón del mundo en 1985.
“Si siempre es difícil resumir a alguien con pocas palabras, todavía lo es más en el caso de Michele. Siempre fuimos buenos amigos, incluso después de dejar Ferrari. Siempre fue sumamente educado, entregado absolutamente al equipo y sobre todo un hombre de decisiones muy racionales. No sólo era rápido sino también un caballero”, ha explicado Piero Ferrari, que lo conoció muy bien.
Enzo Ferrari decidió ficharlo diez años después de que Arturo Merzario dejara el equipo. Al ‘Commendatore’ parecía le costaba confiar en los pilotos italianos, pero se fijo en él. “Michele estaba siendo muy rápido en Tyrrell, en cualquier tipo de circuito y en cualquier situación atmosférica y estas dos últimas cosas le gustaron. Y además tenía un carácter serio, comprometido, equilibrado, justo lo que mi padre quería para un piloto de la Scuderia”, ha añadido Piero.
Piero Ferrari ha afirmado que es lo que más lamentó. “No pudimos darle lo que necesitaba para ganar el título mundial, ni siquiera en 1985 cuando ganó en Canadá y Alemania y se jugó el título con Prost. ¡Hubiera sido el primer italiano campeón del mundo con Ferrari desde Ascari! Pero en 1985 estábamos en la era turbo y todavía no dominábamos esa tecnología y tuvimos muchos abandonos en la segunda parte de la temporada”.
Su penúltimo podio fue en Italia, en Monza, en 1988, pocos días después del fallecimiento de Enzo Ferrari. “Para mí, ver a Gerhard (Berger) y Michele en lo dos escalones más altos del podio fue un maravilloso homenaje en unos momentos tan tristes. Fue uno de los pocos GP a los que no asistí; lo seguí por TV”, ha concluido.
Apenas un mes antes de su fatal accidente había ganado las 12 Horas de Sebring con Audi. Era miembro del equipo desde que la marca de los aros volvió a Le Mans con el Team Joest (1988). De hecho, Michele ya estaba con Joest desde dos años antes (1986) y en 1987 llevó a la victoria el TWR-Porsche de Joest a la victoria junto a Stefan Johansson (otro ex Ferrari) y Tom Kristensen. Entre la Fórmula 1 y Le Mans estuvo en el DTM, enrolado en el equipo Alfa Romeo.
Accidente Michele Alboreto
Homenaje al piloto Italiano tras su muerte
Vía SoyMotor.com