¿Hacia dónde va la Fórmula 1?
¿Cómo han mantenido eso?, a base de subir precios de entradas, a fuerza de pedir cifras disparatadas a los promotores, vendiendo entradas de paddock club cada vez más caras, con precios que varían según los circuitos, pero que pueden llegar a los 5000€. Una huida hacia adelante que es prácticamente insostenible en el tiempo. Ecclestone a su edad, y aunque siga haciendo contratos como el Canadá hasta el año 2020, sabe que le queda poco ya al frente de la F1 como empleado de privilegio del verdadero propietario de la F1, que es el fondo CVC, a quien en su momento el británico hábilmente le pasó la patata caliente de aguantar la F1 con un esquema que se desmorona. Son pocos los equipos que tienen patrocinadores que aporten cantidades económicas reales, en efectivo, el ejemplo de McLaren es muy significativo.
Desde que en 2007 perdió el patrocinio del Santander en el monoplaza no ha logrado llenar esos espacios con patrocinadores de pago, y este año siguen huérfanos del misterioso patrocinador global que iban a tener. Muchas escuderías están recurriendo a patrocinadores locales, como en los tiempos, no muy lejanos, en los que se podía colocar publicidad en el GP de España a cambio de un "pata negra". Analizando equipo por equipo se ve claramente que el patrocinador principal de la mayoría son empresas propiedad del dueño de la escudería, como Force India, Toro Rosso, Red Bull, Lotus, Caterham, Marussia.
En otros equipos son los patrocinadores de los pilotos los que sostienen todo, como Sauber, que sin los mejicanos habría desaparecido. Cuando se saben las aportaciones de los patrocinadores se descubre que es imposible cubrir los presupuestos que anuncia cada equipo. Bernie reparte el dinero en función de unos baremos, pero también en función de las necesidades suyas y de los equipos. Eso ha sido así tradicionalmente. Ya se salió a la luz que Ferrari cobraba más que los demás, pero eso siempre ha sido práctica habitual. Bernie por contrato debe tener 20 coches en parrilla, y si alguno se va a caer, le da una "limosna", o intercede con el motorista y los suministradores para que aguanten sin cobrar, o hagan descuentos, como ocurrió con HRT en su momento con Dallara.
El gran error de la FIA y del grupo de trabajo de la F1, en el que están representados todos los equipos y motoristas, ha sido adoptar una tecnología carísima en el peor momento de credibilidad para al F1. La culpa no ha sido solo de la FIA, sino de todo el grupo, con los motoristas a la cabeza, que nunca se opusieron a este proyecto erróneo por su planteamiento en el tiempo. Había algo que funcionaba, con costes de los motoristas ya amortizados, lo cual podía suponer una rebaja mayor en el precio del alquiler de los motores, con espectáculo sonoro, y con un reglamento que fácilmente podía ser cambiado en la parte aerodinámica para limitar su influencia e igualar las cosas.
Con las prisas por hacer la F1 más verde, lo cual es una falacia total, Lo que se ha conseguido ha sido pasar de un dominador a otro, que el espectáculo se desmorone por falta de ruido, y que haya que esperar a que los Mercedes fallen para tener otro ganador. La F1 ha perdido credibilidad y ese es el gran problema que tiene por delante.
¿Los derechos de TV de pago son la gran salvación o la ruina total?
La necesidad de dinero urgente y seguro ha hecho que la F1 se oriente para su financiación, no ya hacia la búsqueda de nuevos patrocinadores, sino a la explotación de los derechos de TV en plataformas de pago. ¿Qué se consigue con esto?, que el espectador se reduzca a la décima parte, que la F1 comience a dejar de ser el espectáculo más visto para ir convirtiéndose lentamente en un espectáculo minoritario, que a los precios actuales dejará de interesar a los pocos patrocinadores que siguen aportando efectivo. En un país como España, cuando solo haya F1 de pago y la audiencia sea la décima parte de la que es en abierto, ¿al Santander Ferrari le va a reducir la factura en la misma proporción?, si la audiencia se reduce a medio plazo. Lamentablemente no, y en el resto de países va a pasar lo mismo. En Italia ya sucede, y en Francia e Inglaterra, las audiencias son mínimas comparadas con la TV en abierto. El dinero de la TV es seguro, mientras estas aguanten, algo que está por ver, y los patrocinadores pasan a un segundo plano. Los equipos van a vivir de los patrocinadores que aporten los pilotos y de los derechos de TV, pero esta hipótesis se puede desmoronar en cualquier momento y se verá la verdadera afición a la F1.
España como ejemplo
Movistar ha apostado por la F1 y las motos, pero no tanto por lo que le puedan aportar como espectáculo televisivo, sino para arrebatar a la competencia un millón de líneas en un plazo concreto. Para quien paga 50 euros con un operador, cambiarse a Movistar por 70€ no supone un gran esfuerzo, cuando además se ofrecen más cosas que coches y motos. El gran negocio es que Movistar puede ingresar 70 millones mensuales de esos nuevos clientes arrebatados a la competencia, y ese es el gran negocio de la operadora en una apuesta ganadora. Pero esto repetido en otros países y con planteamientos bastante peores, ya que la SKY por ejemplo en Italia o Gran Bretaña no ofrece telefonía, sino solo TV, significará la deserción de los patrocinadores, al menos a los precios actuales, debido a la reducción drástica de las audiencia, como ha comenzado a suceder en las motos en nuestro país.
Aumentar el espectáculo de la F1 es relativamente fácil y con poco dinero. Para el año que viene se podría aumentar el consumo de combustible, las unidades de motores permitidas, subir la presión del turbo, unificando su posición para igualar a los motoristas, y unos escapes más sonoros. Con esto bastaría para hacer los coches más rápidos. Para aumentar la velocidad en curva, que ahora es vergonzosa, lo sencillo con unos neumáticos con más agarre, más blandos y con un tope máximo de utilización para que no haya problemas de fiabilidad.
Otra aportación importante al espectáculo y de coste cero, es silenciar la radio una vez que se sale de boxes. Si no hay telemetría del box al coche, que no haya tampoco órdenes a los pilotos. Cada uno ha de saber cómo gestionar los recursos de su coche y actuar en función del comportamiento en un parámetro u otro, y no ser meros ejecutadores de las órdenes de los ingenieros. Ahora los pilotos están teledirigidos y la mayor parte de las veces no saben ni lo que hacen realmente cuando el ingeniero les da instrucciones. Si la FIA quiere dar imagen, no se puede estar pregonando la no utilización del teléfono en carretera o ciudad a 120 o 50 km/h, y permitir que el piloto dialogue con el ingeniero y reciba órdenes para ejecutarlas a 300km/h. Ya se vio a Raikkonen contra el muro o a Maldonado fuera de pista en China, ejecutando las indicaciones que les habían dado sus ingenieros. Esa imagen sí que es negativa pensando en la seguridad vial, mucho más que lo verde que se quiere "vender" con los motores híbridos que han costado una fortuna, y después se contamina mucho más con los generadores diésel que producen la luz de carreras como Singapur, Bahréin o Abu Dabi , que está operativos prácticamente cuatro días sin descanso.
Todavía están a tiempo de arreglar este desaguisado…Qué nos devuelvan nuestro espectáculo.
Vía Marca.com