Se incrementan las críticas tras el GP de Austria
Red Bull llegaba a su propio circuito con las expectativas altas, tras el triunfo de Daniel Ricciardo en Canadá. La configuración del trazado austriaco y las necesidades solicitadas a los monoplazas eran similares pero Red Bull naufragó en su Red Bull Ring. Tras la carrera de este domingo, Christian Horner se mostraba sumamente crítico con el suministrador de motores francés.
Los problemas técnicos golpeaban, por enésima vez, a un Sebastian Vettel que parece haber heredado la mala fortuna de Mark Webber. El piloto alemán se retiraba voluntariamente para ahorrar el desgaste del motor tras ver que los puntos estaban lejos de su alcance. Los rumores de que Red Bull podría comenzar a montar sus propios motores continúan rondando el paddock de la Fórmula 1 pero desde Renault llaman a la tranquilidad en palabras de Jean-Michel Jalinier, director de Renault Sport F1.
Sebastian Vettel se mostraba contrariado tras un nuevo abandono y el adiós a las posibilidades de vencer su quinto título mundial. "No hay que ser un genio. No sumo puntos mientras los Mercedes hacen un trabajo de sobresaliente", aseguraba el alemán a ‘Auto Motor und Sport’. Por su parte, Helmut Marko tildaba de "un absoluto desastre" el fin de semana de su equipo en la carrera de casa.
Pero la guinda del pastel crítico la ponía Christian Horner. El británico apuntaba que "La fiabilidad es inaceptable, el rendimiento es inaceptable. Hay necesidad de cambiar las cosas en Renault. Esto no puede seguir así. No es bueno para Renault ni lo es para Red Bull. Algo debe suceder". Las declaraciones del jefe de equipo de Red Bull alimenta los comentarios acerca de la posibilidad de que los austriacos construyan sus propias unidades motoras para 2016, con el tiempo corriendo en su contra de cara a la próxima temporada.
Mientras que Jalinier afirmaba en Spielberg que el contrato con Red Bull está firmado hasta 2016, Horner replicaba que "tal vez" continúen juntos en 2015. "Un equipo como Red Bull no está exento de opciones pero queremos asegurarnos ser competitivos a largo plazo".
Cuentan que hace unos meses emisarios de Red Bull recorrieron las casas de Spielberg y alrededores haciendo una oferta que sus propietarios no podían rechazar. Les ofrecían reformar las fachadas a cuenta de la empresa de bebidas energéticas. Querían dar la mejor imagen de Austria y de este increíble lugar de los Alpes. Por supuesto la mayor parte aceptaron. Todos dieron las gracias, de manera educada. Como también lo hizo la retransmisión televisiva, en un momento dado de la carrera a falta de dos vueltas para el final incrustaron un rotulo digital en el que se podía leer ‘Gracias Dieter Mateschitz, gracias Bernie Ecclestone’ con la bandera austríaca de fondo. Algo nunca visto antes y que demuestra el poder de este equipo en la F-1. Un detalle, en fin. Porque sí, es cierto que todos los austríacos tienen que dar las gracias al empresario por traer la F-1 de vuelta a su país. Y ha sido un éxito total. En las gradas 200.000 aficionados, según cifras oficiales, en un lleno absoluto. Sin embargo esa es la única satisfacción que se ha podido llevar Mateschitz este fin de semana, aunque cuando has ganados los últimos cuatro títulos de pilotos y constructores las penas son menos.
Porque ayer volvió a abandonar Sebastian Vettel, tercero de la temporada en la tercera carrera a la que asiste su anterior compañero Mark Webber, también lo hicieron los dos pilotos de Toro Rosso y sólo Ricciardo terminó en una discreta octava posición. El tetracampeón rodaba vigesimoprimero con vuelta perdida, después de sufrir problemas en su unidad de potencia y perder el alerón delantero en un choque con Gutiérrez, cuando decidieron abandonar a mitad de carrera. “Queríamos ahorrar kilómetros. Esperábamos que saliera un coche de seguridad, pero al final no ha sido el caso. No tenía sentido continuar si íbamos una vuelta por detrás. Es parte del juego. Está claro que primera mitad de la temporada ha sido mala, he tenido tres abandonos y muchos problemas, pero esto forma parte del juego y hemos aprendido mucho”, declaraba Vettel al terminar la carrera.
Tampoco exhibía esta vez su característica sonrisa Ricciardo: “Un día frustrante. Nunca es bueno perder terreno en la primera vuelta. Había hecho una de las mejores salidas del año, pero intenté ir por el exterior y fue una decisión equivocada, porque pierdes mucho tiempo en la escapatoria. Luego me pasaron en la recta. Me he enfadado conmigo mismo”. Nadie es perfecto.
Vía Cdthef1.com, Marca.com, As.com